El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que uno de sus buques de guerra desplegados en Medio Oriente derribó este jueves y destruyó a un avión no tripulado (dron) iraní, luego de que éste «amenazara» a su barco y se acercara a poco más de 900 metros en el estrecho de Ormuz, el epicentro de la actual escala bélica y diplomática entre Washington y Teherán.
«Estados Unidos se reserva el derecho a defender a su personal, sus instalaciones y sus intereses», argumentó Trump al anunciar el ataque desde la Casa Blanca y llamó a todos los países del mundo a condenar lo que calificó como los intentos de Irán de disrumpir la libre circulación y comercio en el Estrecho de Ormuz, la zona que une al Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, en Medio Oriente.
«Esta es la última de las muchas acciones provocativas y hostiles por parte de Irán contra buques que navegan aguas internacionales», denunció Trump, citado por la agencia de noticias EFE. Poco después, el vocero del Pentágono, Jonathan Hoffman, le relató el operativo a la cadena Fox News,
«Apróximadamente a las 10 de la mañana hora local, el buque anfibio USS Boxer estaba en aguas internacionales en tránsito de ingreso al Estrecho de Ormuz. Un sistema aéreo no tripulado de alas fijas (UAS por sus siglas en inglés) se acercó a Boxer hasta una distancia corta y amenazante. El barco realizó una acción defensiva contra el UAS para garantizar la seguridad del barco y de su tripulación», explicó Hoffman.
Today, on behalf of the American people, I received an American flag that flew aboard a ship carrying the first waves of U.S. Service Members to land in Normandy…https://t.co/f1fLTAj0We
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 18, 2019
Aún no se conoce la versión de Irán, que hoy había anunciado la captura de un barco petrolero extranjero, posiblemente emiratí, en un episodio aún confuso, que fue denunciado por Washington e Israel.
Las tensiones en el golfo Pérsico comenzaron en mayo pasado cuando fueron atacados cuatro petroleros -dos de ellos emiratíes- en unos actos de sabotaje que Estados Unidos atribuyó a Irán.
En junio hubo otros dos ataques contra buques petroleros, e Irán volvió a negar haber estado involucrado.
En las últimas semanas, Emiratos Árabes ha llamado a frenar las tensiones entre Teherán y Washington, pero antes había presionado para que Estados Unidos sea más duro con las sanciones económicas contra la república islámica iraní.
La semana pasada, la Marina británica aseguró que barcos militares iraníes intentaron impedir el paso de un petrolero británico por el estrecho de Ormuz, y que una de sus fragatas intervino e hizo que las naves iraníes se alejaran.
Además, una semana antes, la Marina británica incautó un petrolero iraní en Gibraltar y denunció que llevaba un cargamento de petróleo a Siria en violación de sanciones de la Unión Europea (UE) contra el gobierno sirio.
En paralelo, en las últimas semanas, Irán ha superado las reservas de uranio enriquecido y el nivel de su enriquecimiento fijados en el acuerdo de 2015, en respuesta a la decisión de Trump de retirar a su país del pacto y establecer sanciones a los iraníes.
En medio de la escalada, la Casa Blanca ha enviado tropas adicionales, bombarderos y aviones de combate a la región, e Irán derribó un dron de Estados Unidos.