El uso de envases y otros artículos descartables, mayormente de plástico, tales como envases de bebidas y vajilla, ha aumentado exponencialmente en los últimos 30 años. Esto implica el uso de una gran cantidad de recursos no renovables y de impactos ambientales para la producción de objetos de cortísima duración, que aumentan enormemente el volumen de residuos que las ciudades tienen que gestionar.
Hoy, el uso indiscriminado de plásticos es objeto de un debate global creciente: se estima que cada año unos 8 millones de toneladas de estos materiales terminan en los océanos, generando impactos imponderables los ecosistemas marinos que, cabe recordar, actualmente son la base de subsistencia de más de 3.000 millones de personas en todo el planeta.
En Rosario ya se dio un gran paso, que es ejemplo en el país, con la decisión de todos los supermercados de dejar de entregar bolsas descartables. Las organizaciones, que ya vienen trabajando sobre este tema, valoran positivamente este antecedente, que propicia la aplicación de estrategias similares de reducción de uso de distintos elementos descartables en otros ámbitos.
El proyecto de resolución para que el Concejo deje de utilizar artículos descartables, cuenta con la firma doce organizaciones, varias de las cuales integran el Concejo Asesor de la Comisión de Ecología: Animal libre, Asociación Amigos del Parque Urquiza, Cáritas, Club Huella Ecológica Fisherton, El Paraná No Se Toca, Equística, Greenpeace Argentina, Grupo Ecologista Génesis, Los Verdes, Puname: Por un ambiente mejor, Taller de Comunicación Ambiental, Taller Ecologista y STS Rosario.
A su vez, cuatro de estas organizaciones forman parte del movimiento global Break Free From Plastic (“Libérate del plástico”), creado en 2016 y que busca combatir la contaminación planetaria que están ocasionando los plásticos.
En línea con el proyecto propuesto, el movimiento pone un fuerte énfasis en la necesidad de reducir la generación de residuos, en particular de envases plásticos descartables. Entre sus horizontes, el movimiento sostiene: “Creemos en un mundo en el que la tierra, el cielo, los océanos y el agua son hogares llenos de vida, y no de plástico. Y donde el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que ingerimos, no contienen subproductos tóxicos contaminados por los plásticos”.