Policiales

Los Monos: condenan a 37 años a Monchi Cantero en histórico juicio


Este lunes tuvo lugar el veredicto del histórico juicio a la banda narco rosarina Los Monos, donde se conoció la suerte de 25 personas entre civíles y policías ante las sentencias de los jueces Ismael Manfrín, María Isabel Mas Varela y Marisol Usandizaga.

Finalmente, las penas más altas las recibieron Ramón Ezequiel Machuca, conocido como «Monchi Cantero», con 37 años de prisión por ser jefe de asociación ilícita y por cuatro homicidios como hostigador; y 22 años de prisión para Ariel «Guille» Cantero, por ser jefe de asociación ilícita y responsable del homicidio de Diego Demarre.

El «Viejo» Ariel Cantero fue condenado a seis años de prisión, reconocido también como uno de los jefes de la banda.

En cuanto a los 25 acusados restantes, estas fueron las sentencias:

  • Leandro Vilches: 10 años
  • Jorge Chamorro: 9 años
  • Lorena Verdún: absuelta
  • Juan Raffo: 6 años
  • Andrés Fernández: 11 años
  • Mariano Salomón: 4 años y 6 meses
  • Silvana Jésica Gorosito: 3 años condicional
  • Agustín Mauro Ruiz: 3 años condicional
  • Francisco Lapiana: absuelto
  • Walter Daniel Jure: 5 años
  • Juan Ángel Delmastro: 6 años y 6 meses
  • Ángel Albano Avaca: 7 años
  • Cristian Hernán Floiger: absuelto
  • Omar Ángel Lescano: 6 años
  • Sergio Rafael Blanche: 5 años
  • Diego Javier Cárdenas: 5 años y 8 meses
  • Roberto «Tito» Otaduy: 5 años
  • Waldemar Raúl González: 6 años
  • Gustavo «Gula» Pereyra: absuelto
  • Germán Horacio Herrera: absuelto
  • Guillermo Cardini: absuelto
  • Eduardo Enríquez: 5 años y 6 meses

La cita fue a las 11 en el Centro de Justicia Penal, lugar donde se desarrolló el juicio desde su comienzo (20 de noviembre pasado), hasta la última jornada que tuvo lugar el 27 de marzo último.

Los acusados —algunos presos y otros en libertad— se ubicaron en sus asientos asignados en la sala. A lo largo de 43 audiencias se discutieron las responsabilidades de 25 acusados, 12 civiles y 13 uniformados. Más de un centenar de testigos, un celoso operativo de seguridad y jornadas que superaron 12 horas es el resumen de un juicio único en la historia provincial y de Rosario.