La ONU presentó este semana un informe mediante su relator especial de la ONU para la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston, en el cual advirtió un «desastre inminente» producto del cambio climático. Alston aseguró que la humanidad se dirige hacia «un escenario de apartheid climático, donde los ricos pagan para escapar del sobrecalentamiento, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo tiene que sufrir».
El informe llamó a realizar «cambios estructurales profundos» en la economía mundial, con el fin de hacerla más verde y sostenible e insta a desarrollar una red de seguridad justa y estable para los trabajadores que perderán sus puestos de trabajo.
El cambio climático afectará en mayor medida a las familias pobres y amenaza con deshacer el progreso alcanzado en los últimos 50 años, alerta un informe de expertos de la ONU en derechos humanos (@UN_SPExperts). https://t.co/SPyumC7wjN pic.twitter.com/rpxpF7oEp3
— Naciones Unidas (@ONU_es) June 25, 2019
En su opinión, los organismos a favor de los derechos humanos se ocupan de asuntos insignificantes en comparación con la escala de problemas en aumento. Las medidas adoptadas han sido «evidentemente inadecuadas» y «totalmente desproporcionales a la urgencia y la magnitud de la amenaza». Además, la metodología es «lamentablemente insuficiente», aseveró.
Alston advirtió que en este siglo XXI, cientos de millones de personas se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada y a enfermedades. Para 2050, el cambio climático podría desplazar a 140 millones de personas en África subsahariana, Asia del Sur y América Latina y sostuvo que habrá aproximadamente unas 250.000 muertes adicionales al año como consecuencia de la malnutrición, la malaria, la diarrea y la hipertermia.
Según el relator de la ONU, el mayor riesgo lo corren los más pobres. Mientras que aquellos que pertenecen a las naciones menos responsables de la contaminación por dióxido de carbono y sus consecuencias, experimentarán el impacto más grave.
Según sus estimaciones, más de 120 millones de personas pasarán a vivir en la pobreza para 2030, incluso muchas familias de clase media que viven en los países desarrollados.
«Las personas en situación de pobreza suelen vivir en áreas más susceptibles al cambio climático y en viviendas menos resistentes. Pierden relativamente más cuando se ven afectadas, tienen menos recursos para mitigar los efectos y reciben menos apoyo de las redes de seguridad social o del sistema financiero para prevenir o recuperarse del impacto», señaló el informe.
Los más ricos, responsables de gran parte de los gases de efecto invernadero emitidos y que más se han beneficiado de ellos, quedarán «mejor ubicados para hacer frente al cambio climático». «Ciertas personas y países se han hecho increíblemente ricos mediante las emisiones sin pagar los costos», manifestó el autor.
Según la estimación de Alston, si la economía mantiene su rumbo actual, «no preservará el crecimiento a largo plazo» y no habrá «ningún tipo de futuro envidiable», sino un «desastre».