Quienes de manera formal o informal participen de la vida sindical de la empresa en que trabajan, deben poder hacerlo sin temor a represalias o persecución por parte de sus empleadores. En muchas oportunidades, a los patrones les molestan los reclamos y los delegados.
Es por ello que la ley sindical tiene distintas herramientas para brindar una protección, aunque no siempre alcance. Quienes son candidatos a delegados o cargos dentro de un gremio, tienen una tutela especial que dura hasta seis meses después una vez que pierden. En cambio, si ganan y son designados, esa protección dura todo el mandato más un año.
En ese tiempo, los trabajadores no pueden ser suspendidos, despedidos, ni se les puede modificar las condiciones laborales, salvo que sea por una autorización judicial. Es una garantía que se expresa en la Constitución Nacional.
El abogado Jorge Elías, de la mano de CLG brindó más detalles de los llamados fueros laborales, y la importancia que tienen para la vida de una empresa.
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