El papa Francisco exigió a los nuncios y diplomáticos del Vaticano que sean leales y austeros, en un decálogo entregado este jueves a los representantes pontificios en todo el mundo.
«Es feo ver a un nuncio que busca el lujo, los trajes y los objetos de marca en medio de personas sin lo necesario. Es un contra-testimonio. El mayor honor para un hombre de la Iglesia es ser siervo de todos», recordó Francisco a sus diplomáticos.
El Papa les prohibió «tener blogs o unirse a grupos hostiles a él, a la Curia y a la Iglesia de Roma», recuerda. Se trata de una mención indirecta al escándalo desatado por el ex nuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganó quien llegó pedir el año pasado junto con otros jerarcas católicos ultraconservadores la renuncia del Papa por encubrir abusos sexuales en la Iglesia.
El pontífice reitera también que un diplomático del Vaticano «no puede caer en chismes y calumnias», algo bastante común detrás de las murallas de la Santa Sede. El documento, con diez puntos, fue entregado a un centenar de representantes papales reunidos en el Vaticano para que compartan «algunos preceptos básicos y simples», dijo.
«Ustedes los conocen bien, pero recordarlos les hará bien a todos, y los ayudará a cumplir su misión», comentó. El decálogo se concluye con la «Letanía de la humildad» escrita por el cardenal Rafael Merry a inicios del siglo XX.