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No se renovó Precios Justos en las panaderías locales y se agudiza la crisis


Lo confirmó en diálogo con CLG el titular de la Asociación de Industriales Panaderos, Gerardo Di Cosco, en el marco de un contexto de recesión y caída en las ventas

A mediados de abril, la Municipalidad de Rosario, junto con el gobierno provincial y la Asociación de Industriales panaderos y afines de Rosario, anunciaba la llegada de los «Precios Justos» a las panaderías de la ciudad. La iniciativa propuso congelar los precios del pan, los bizcochos y las facturas de grasas en 50 locales para paliar la crisis.

Algunas semanas después de la medida anunciada con bombos y platillos, el titular de la Asociación de Industriales Panaderos, Gerardo Di Cosco, confirmó en diálogo con CLG que el programa no se renovó y dio detalles del momento sumamente difícil que atraviesan las panaderías de la ciudad.

«El programa quedó estancado, primero, porque desde la Municipalidad no se volvieron a contactar, y segundo porque mantener esos precios ya no nos resultaba redituable ante el aumento constante de la harina y de todo lo necesario para mantener la producción», sostuvo Di Cosco.

“No podemos solucionar la macroeconomía pero podemos acompañar a las panaderías de barrio”, había dicho Fein en su momento.

El comerciante contó que mientras duró la iniciativa sólo había aumentado levemente la venta de facturas, mientras que el expendio del kilo de pan se mantuvo a la baja. Este último producto mencionado se vendía a $65, las facturas de grasa a $100 la docena y los bizcochos al mismo valor.

Hoy, el kilo de pan cuesta 75 pesos y la docena de facturas 140, según narró Di Cosco. Y agregó: «Lo cierto es que es muy poca la gente que se lleva un kilo de pan. Van a hacer las compras y los 20 o 30 pesos que le sobran lo usan para eso. Es muy triste ver que la gente no tiene dinero ni para comprar el pan».

El programa también incluía la rebaja del 40 por ciento en la boleta de la energía para los comercios, impulsada por la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Si bien este descuento se mantiene, el referente panadero sostuvo que «ya quedó retrasado ante los nuevos aumentos de la luz». «Siempre estamos corriendo detrás de la inflación», declaró.

Di Cosco señaló que mantuvo una reunión con Buenos Aires con comerciantes del sector, donde todos manifestaron su preocupación: «La situación es similar en todo el país, con algunas provincias en mayor gravedad que otras».

En algunos barrios de Buenos Aires el precio del kilo del pan superó los 100 pesos.

«Los molinos argumentan que no consiguen trigo porque casi su totalidad es exportado, por lo que el remanente que queda para el mercado interno es muy poco y se vende a precio dolarizado», explicó, al tiempo que remarcó que «todo se debe a las políticas económicas del gobierno nacional».

El titular de la Asociación de Industriales Panaderos manifestó que muchas panaderías están pasando a ser ilegales porque buscan una manera de seguir subsistiendo: «Al no pagar impuestos, pueden llevar el negocio adelante. Es una tendencia que cada vez crece más y que ya ocurrió en otras épocas, pero cuando todo anda bien, nadie le presta atención».

En este contexto poco alentador y con el consumo interno cada vez más a la baja, las ventas cayeron entre un 30 y un 40 por ciento en las panaderías rosarinas, según detalló el entrevistado.