El ex funcionario Carlos Zannini consideró que «fue un armado de los que mandan» la causa judicial que lo mantuvo tres meses detenido por el presunto encubrimiento de Irán en el atentado a la AMIA.
«Esto fue un armado de los que mandan y que solo pudo andar en el terreno judicial por temor de los jueces», manifestó Zannini en declaraciones al programa que se emite por Internet El Destape.
«No se si es el propio (Mauricio) Macri o hay alguien por encima de él quien ordena esto. La característica continental del agravio a los derechos me da que pensar que puede estar por encima de él algún mandato», añadió.
Zannini fue detenido por la Policía Federal en Río Gallegos, en diciembre del año pasado a raíz de una orden del juez federal Claudio Bonadio, acusado de haber participado de un supuesto plan para encubrir a los ciudadanos iraníes acusados por el atentado a la AMIA.
«La certeza de mi inocencia me daba muchas fuerzas, me daba autoridad moral ante los que me tenían cautivo. No tengo arrepentimiento por mi pertenencia al mejor gobierno que tuvo la Argentina en el último medio siglo», señaló al referirse a su estadía en la cárcel.
«Una cosa es el que va preso con una culpa en el alma que tal vez la cárcel le sirve en algún momento para reflexionar. Yo estaba muy firme en mis convicciones desde el primer día», agregó.
El ex secretario de Legal y Técnica del anterior gobierno nacional relató que, antes de su detención, mantenía la sospecha de que se le podría «inventar» alguna causa judicial para detenerlo.
«Sabía que me estaban buscando algún motivo, temía que trataran de inventarme cualquier cosa. Se hizo realidad mi peor temor», indicó.
«Estaba mentalmente preparado para esto, nunca pensé que fuera en esta causa y nunca pensé que fuera con una acusación tan artificial y tan infundada. Viví la inocencia en la cárcel que es lo peor que puede pasar», agregó.
Zannini aseguró que la justicia argentina está desbordada por lo que no puede brindarle soluciones a la sociedad, no soluciona el problema culpabilidad/inocencia debido a que el 60 por ciento de los presos está sin condena.
«Le han hecho creer a la gente que meter preso a alguien soluciona las cosas. La reja no es la línea divisoria entre la culpabilidad y la inocencia. Hay muchos inocentes presos y mucho delincuente suelto», señaló.
«Los problemas no se solucionan matando pibes ni metiendo gente en la cárcel sin ton ni son. Las causas que llaman de corrupción no tienen ni una letra de certeza», agregó.