«Todavía era de noche, no se veía bien. Vi que se iba una persona, pero no pude identificar si era hombre o mujer porque iba concentrado en manejar. Además, en esa cuadra no hay luminarias», relató el remisero.
Otro de los testigos fue un parrillero de la zona, quien indicó que la persona que escapaba de la escena era una mujer, aunque no se conocieron más detalles al respecto.
Los investigadores descartarían la hipótesis de un robo, debido a que la víctima se encontraba con todas sus pertenencias encima.
Los primeros datos recabados en el lugar del hecho indicaron que el joven presentó dos balazos en el pecho, el arma empleada habría sido una pistola 9 milímetros, calibre que utilizan las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas.
Además, se encontró una vaina servida y un proyectil sin utilizar, y «los disparos se habrían efectuado a corta distancia», informaron fuentes vinculadas a la causa.
Aunque todos los indicios apuntaban hacia la novia de Pastorizzo, no dejó de sorprender su confesión.
La joven de 19 años habló ante el fiscal y dijo que fue ella quien efectuó los disparos.
Según confirmó el jefe de fiscales Lisandro Beherán a ElDía, Nahir Galarza quedó inmediatamente detenida y fue trasladada a la sala de salud mental por encontrarse en un estado de shock, por lo que fue derivada a una sala de psiquiatría del Hospìtal Centenario de esa ciudad entrerriana.
Los jóvenes habrían compartido la noche del jueves en el domicilio de la acusada y luego salieron a pasear en moto.
Por motivos que se investigarán, Galarza le disparó a Pastorizzo con el arma reglamentaria de su padre.
Jorge, que vive enfrente al lugar donde sucedió el hecho, contó que a pesar de ello no se despertó por los balazos, sino porque la policía le golpeó la puerta de su casa para que atestigüe.
«No puedo salir del asombro, cuando salgo de mi domicilio me encuentro con un muchacho muerto en el otro lado de la calle. Tuve que salir de testigo junto con otro vecino que es herrero y un remisero», expresó.