Por Mario Luzuriaga
La banda de los hermanos Sardelli regresa nuevamente a los escenarios rosarinos, para hacer un recorrido de su repertorio.
Además es un buen momento también para presentar lo nuevo que tienen preparado para el futuro material discográfico.
La banda se presentará el próximo viernes en la Sala de las Artes y antes del show, Guido Sardelli, baterista de la banda, dialogó con CLG.
—¿Cómo están viviendo esta serie de recitales que llevan a cabo por todo el país?
—La verdad es que estamos en plena grabación del nuevo disco y no nos podemos aislar tanto. Igualmente necesitamos salir a tocar para no volvernos locos con toda este nuevo material. Hicimos esta gira que empezamos en Santa Fe, ahora vamos a Rosario, luego nos toca Córdoba y seguimos en Perú y México. Todo eso surgió mientras estamos en plena producción, mezclando los sonidos. Estamos muy ansiosos.
—¿Se viene fuerte el próximo material?
—Ya estamos en la etapa de mezcla, terminandolo, y viene muy bien. Va a ser un disco bastante extenso y tiene mucho contenido, matices y estilos; es como un viaje, no es un disco lineal. No son 10 canciones con un estilo determinado, sino que va por todos lados y estamos disfrutando de ese proceso y esa libertad de poder hacer un disco con multiplicidad de géneros. A veces, en un disco, los temas son solidarios entre sí y pecas un poco de hacer un disco de un solo color. En este disco buscamos lo contrario, diversificamos y dejar que la tranquilidad no te lleve a lados que te resulte difícil transitar.
—Eso está bueno porque en cierta manera los ayuda a reinventarse.
—Si, es algo que disfrutamos. Componemos los tres y eso nos permite tener visiones distintas de lo que es la vida en este momento. Todos aportamos una imagen del momento en el que estamos, eso está bueno y es liberador. Hay muchas bandas que le sucede que, capaz recién en su carrera solista, hacen cosas más arriesgadas o que su público les permitiría, Nosotros tenemos esa libertad e intentamos disfrutarla y vivirla sin compromiso de tener que hacer algo distinto porque es nuestro séptimo disco. Para mí es muy placentero estar detrás de la consola de sonido y no tener límites.
—Al ser hermanos obviamente puede haber choques, pero se nota que está bueno poder compartir a la hora de la composición.
—Es complejo porque la presencia del otro te modifica sí o sí. Cuando yo hago una canción y se la muestro a Patricio, él automáticamente, con la cara que pone cuando está escuchando, me doy cuenta que tengo que hacer algún cambio. Componemos los tres pero nos damos una mano el uno con el otro.
—¿Cómo ver a «Airbag» hoy en día?
—Es una banda que está en su mejor momento, en el sentido que tiene apertura y posibilidad de hacer cosas impensadas. Pudimos hacer un Luna Park con una orquesta sinfónica y lo hicimos para abrir un poco la cabeza y sorprender al público. Nos motivan esos desafios.