En una sala de un lujoso hotel de Ciudad de México entra un joven con el cabello alocado, de un rubio nunca visto en la vida real, mentón partido, bronceado demasiado tostado para ser todavía invierno y sonrisa perturbadora, por culpa de una resina negra que le han colocado entre los dos incisivos centrales, que sirve para simular una separación de dientes que no tiene. Lo único de él que parece real es la ropa, unos tejanos desgastados y una chamarra tipo bomber. El actor mexicano Diego Boneta habla y se mueve como si se hubiera tragado al mismísimo Luis Miguel.
«Me clavé mucho con el personaje. Hasta tal punto de que me veo en fotos y no me reconozco», cuenta riéndose el actor de 27 años. Boneta, que ha participado en películas como Rock of Ages (2012) y tuvo un papel secundario en la serie mexicana para adolescentes Rebelde (2005), interpretará al cantante mexicano en la serie que Netflix ha producido sobre su vida, uno de los estrenos más esperados del año. Y en un descanso de la grabación de Luis Miguel, la serie, explica a EL PAÍS cómo este se ha convertido en el trabajo más importante de su carrera. «Estaba dispuesto a separarme los dientes porque no había ninguna prótesis lo suficientemente buena. Se trata de algo súper característico de él y había estudiado mucho su sonrisa», dice muy serio.
Investigó todo lo que pudo sobre su vida, pasó horas viendo entrevistas suyas, aprendió hasta en qué minuto de la respuesta debía respirar. Antes de que el gran productor de Hollywood Mark Burnett lo llamara para proponerle el papel protagonista, él incluso ya había pensado en hacer una película sobre Luis Miguel. Su ídolo de la infancia. En su primera aparición en televisión —en el programa mexicano Código Fama, con 12 años— eligió un tema suyo, La chica del bikini azul, para ganarse al público.
El actor mexicano, estrella entre el público juvenil estadounidense, interpretará a Luismi en su mejor época, aquella del pecho más bronceado de Iberoamérica, de las suites de lujo, de las fiestas en Acapulco, pero también en aquellos momentos que nadie vio. La desaparición de su madre cuando él era solo un niño; los problemas con el alcohol de su padre, sus fiestas y excesos con un Luis Miguel destinado a ser una joven estrella; la estrecha relación del cantante con uno de los hombres más turbios de México, Arturo El Negro Durazo —el jefe de la Policía de la Ciudad de México, acusado de haber instalado el terror y los abusos en la capital durante los ochenta—; el abandono de su hija Michelle Salas; sus mujeres; sus excéntricos caprichos; su declive. Todo ello es una parte de lo que se espera saber por fin de un cantante acostumbrado a esquivar preguntas, a ofrecer contadas entrevistas —muy controladas por su equipo— y a proteger su vida privada a capa y espada.
Boneta ha llegado para interpretar todo lo que hasta ahora permanecía oculto. O al menos esa es la promesa de la serie. «Ha sido increíble poder pasar tiempo con él, hemos estado muchas horas juntos, nos hemos reído muchísimo y admiro que tenga ese valor para poder contar algo que para él ha sido tan importante», cuenta el actor. Y sobre sus encuentros añade: «Es sumamente carismático, es muy caballero, me fascina ver cómo es muy old school [vieja escuela] en su forma de ser. La última vez que lo vi me dijo: ‘Tienes un reto súper duro, te toca actuar todo lo mío, pero sobre todo te toca cantar como yo».
«Creo que la gente cuando vea la serie, lo mirará de otra forma. Lo más importante para mí era humanizarlo, Luis Miguel es como una leyenda y mi trabajo como actor es demostrar que es un ser humano, a través de todo ese lado personal, del que no hay referencia», añade Boneta. Sobre este punto también insisten otros actores del reparto, como la actriz mexicana Camila Sodi, que interpretará a uno de los grandes amores de Luis Miguel —Netflix no ha querido dar a conocer el nombre de la mujer real a la que dará vida—: «Creo que la historia va a sorprender mucho, va a hacer que lo veamos desde otro lugar y que humanicemos al ídolo. Es muy importante en esta época digital, donde todos somos de plástico, que volvamos a sentir algo de compasión», cuenta Sodi.
El reconocido actor español Óscar Jaenada —Cantinflas (2014) o Camarón (2005)—, dará vida al conflictivo padre de Luis Miguel, el también cantante español Luis Rey. «Era un tío muy inteligente, un artista con malas decisiones, unas culturales, unas genéticas y otras tomadas por los vicios», adelanta sobre uno de los personajes más oscuros de la serie. «Me he visto montando a un hombre sumamente complicado, con unas relaciones personales muy difíciles. Y el reto ha sido entenderlo. Hubo una cosa en especial que me costó, y es el trato con su hijo. Yo soy padre también y fue una investigación larga y muy de sangre y dije, hostia, esto tiene que tener una razón», cuenta el actor.
«Después de grabar acabo agotado, es un personaje que grita mucho, muy nervioso, muy altivo, muy tenso, constantemente tenía que controlarlo todo porque era bastante embaucador», añade Jaenada antes de concluir que todo lo que hoy vemos de Luis Miguel fue obra de su padre: «Entendí que es su handmade, lo hizo como él quiso, no dejó participar a ciertas personas que podían haber influido. Tenía muy claro lo que quería hacer con él y casi todo en lo que se convirtió tiene una raíz en Luis Rey».
Una de las sorpresas de la serie es la participación del famoso youtuber mexicano Juanpa Zurita, que interpretará al hermano de Luis Miguel, Alejandro Basteri. Se trata de su primer papel como actor y recuerda emocionado el momento en el que le dijeron que estaba dentro: «Grité por toda mi casa, bajó mi papá asustado. Y encima no se lo podía contar a nadie», dice este influencer mexicano de 21 años. Confiesa que nunca llegó a ser fan del cantante: «Alguna vez lo he cantado en el antro, pero más bien soy fan del ser humano que es al entender ahora todo por lo que pasó».
La serie llega en un momento conveniente para el cantante. A pocos metros del lugar donde han instalado el set de grabación de algunas de las escenas, el apodado como El Sol de México regresó a los escenarios el pasado febrero en el recinto que lo vio huir a finales de 2015, un suceso que marcó un punto de inflexión en su carrera. Desde aquel día que cantó 15 minutos en el Auditorio Nacional de México y desapareció de las tablas, no había vuelto a subirse a un escenario hasta este año. La serie, que se estrena [aún sin fecha confirmada por Netflix] poco después que su nuevo disco, se recibe como el último recurso de Luis Miguel para levantar una imagen sumamente degradada desde entonces, marcada además por al menos tres demandas millonarias en estos dos años y un aislamiento total de la vida pública. Los secretos mejor guardados se exhibirán ahora como la última tabla de salvación del artista.
Fuente: El País