El estado de salud de Carlos Salvador Bilardo sigue inestable, atravesando uno de sus picos bajos en las últimas jornadas, en el marco de la internación, que lleva 15 días, en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), de la Ciudad de Buenos Aires.
Bilardo ingresó al IADT el pasado 2 de mayo con un cuadro delicado, y si bien se encuentra lúcido en una sala común, sufrió un deterioro motriz y sensorial, según apuntaron fuentes de esa institución. El ex entrenador, de 81 años, nunca se recuperó totalmente después de una intervención a la que fue sometido en junio del año pasado debido al síndrome de Hakim-Adams que lo afectaba.
Esa enfermedad, también conocida como hidrocefalia de presión normal (HPN) o hidrocefalia normotensiva, es de carácter neurológico y se manifiesta habitualmente en adultos de más de 50 año, aunque en algunas oportunidades suele vincularse al Alzheimer, Parkinson, arterioesclerosis o síntomas propios de la senilidad.
Las principales características de esta afección son la debilidad en las piernas y las consecuencias que esto acarrea al paciente, con dificultades para caminar y el riesgo de sufrir caídas. Esto también tiene derivaciones neurológicas. La última aparición pública del técnico campeón mundial en México 1986 se registró a comienzos del mes pasado, cuando fue visitado y compartió un almuerzo con algunos de sus dirigidos en aquella gesta como Oscar Ruggeri, Oscar Garré, Ricardo Giusti, Héctor Enrique, Nery Pumpido, Julio Olarticoechea y Carlos Tapia.
«Fuerza querido campeón Carlos Bilardo. Usted es un guerrero de mil batallas. Le deseo una pronta recuperación.Que Dios lo bendiga», fue el mensaje que a través de twitter le envió entonces el ex arquero de San Lorenzo y Vélez Sarsfield, el paraguayo José Luis Chilavert.