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Santa Fe: más de 600 familias conviven con electrodependientes


La Fundación Emperador trabaja día a día en pos de mejorar la vida de personas que están en tratamiento. CLG dialogó con Fabián Fiori, padre de Mariano, uno de los casos más emblemáticos de la provincia

Por Diego Carballido

La Fundación Emperador se preocupa y acompaña a los familiares de pacientes electrodependientes. Fabián Fiori es papa de Adriano, alias “Emperador”, uno de los pacientes emblemáticos de la provincia de Santa Fe, y también es el referente de esta Fundación. «La vida nos llevó a esto y, sobre todo, transformar la protesta en propuesta», dijo al referirse a los tres proyectos de leyes provinciales que se presentaron el viernes 17 de mayo en conferencia de prensa. Estos proyectos, se sumaron al pedido de los familiares al gobernador para que “se expida sobre la ley de electrodependientes que ya fue promulgada».

Todos los viernes por la tarde, el P.E.P.E. –Punto de Encuentro de Personas y familiares de Electrodependientes- que funciona en el local de La Toma (Tucumán y Corrientes) se reúne para poner en común las dificultades de cada paciente. A partir de esas reuniones, la Fundación observó que «el 85% de las familias están muy por debajo de la línea de la pobreza y eso exige una solución integral».

Los tres proyectos legislativos no sólo apuntan a ayudar a las familias de los electrodependientes sino también a generarles algún tipo de empleo. “Una solución sinérgica para esas familias que están detenidas y absorbidas por la tensión de una persona electrodependiente”, aseguró Fiori.

En la provincia se estima que unas 600 familias conviven con un paciente electrodependiente «pero yo te puedo asegurar que hay más», sostuvo Fiori. «La condición de electrodependencia la puede tener una personas de un minuto para otro, por ejemplo, a causa de un ACV», por lo que Fiori sentenció: «La condición de electrodependencia no discrimina ni por sexo, edad o estrato social».

En busca de una solución para el conjunto de las familias que están pasando por esta situación es que la Fundación Emperador tiene un contacto fluido con todos los espacios políticos porque «la única bandera que tiene la Fundación es conseguir lo mejor para los electrodependientes», dijo Fiori.

Existe un relevamiento a nivel provincial donde se ha clasificado a los diferentes cuadros de electrodependencia con tres colores: “Rojo, amarillo y verde de acuerdo a su gravedad», explicó Fiori y compartió que, en su caso, «para poder tener a nuestro hijo en la casa tuvimos que montar una sala de terapia intermedia en su habitación, con toda una serie de aparatos que estamos obligado a aprender a manejar».

Convivir con un paciente que presenta este cuadro requiere de una asistencia profesional permanente sumado a una serie de conocimientos adicionales que los familiares deben aprender a lo largo del tiempo, como por ejemplo sobre kinesiología.

Con respecto a la asistencia que reciben de parte del Estado, Fiori hizo una distinción al asegurar que «sentimos que para el Estado nacional no hay nada mejor que una persona con discapacidad menos», pero en Santa Fe «disponemos de recursos en la salud pública que son impensados en otras provincias».