El gobierno de Estados Unidos suspendió este miércoles todos los servicios aéreos de pasajeros y carga desde y hacia Venezuela, evocando razones de seguridad.
El Departamento de Transporte dijo en un comunicado que la decisión fue tomada en acuerdo con los Departamentos de Estado y de Seguridad Interior (DHS), tras concluir que «las condiciones en Venezuela amenazan la seguridad de los pasajeros, aeronaves y la tripulación que viajan desde o hacia ese país».
La ley federal estadounidense autoriza al gobierno a tomar medidas inmediatas para suspender los derechos de las compañías aéreas extranjeras y estadounidenses de prestar servicios comerciales entre Estados Unidos y otros países por motivos de seguridad.
La orden emitida enumera varios factores, entre ellos, reportes de disturbios civiles y violencia en y alrededor de los aeropuertos, y la imposibilidad de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) estadounidense de acceder a los aeropuertos venezolanos para realizar las evaluaciones necesarias.
Además, señala la actual crisis económica y política en Venezuela y «el riesgo de acciones del régimen de (Nicolás) Maduro contra estadounidenses e intereses de Estados Unidos en Venezuela».
Las autoridades indicaron que para tomar la decisión se basaron también en la cancelación de American Airlines de sus vuelos a Venezuela, así como en las decisiones del Departamento de Estado y de la Administración Federal de Aviación (FAA) con respecto al país sudamericano.
La aerolínea estadounidense American Airlines decidió a fines de marzo suspender indefinidamente sus vuelos desde y hacia Venezuela.
Las empresas estadounidenses United Airlines y Delta y la colombiana Avianca ya habían detenido sus actividades en 2017; la alemana Lufthansa y la estadounidense Dynamic, en 2016; y Air Canada, Aeroméxico, Alitalia, Tiara y Gol, entre 2014 y 2015.
El Departamento de Estado actualizó el 9 de abril su recomendación de viaje con respecto a Venezuela, ubicando al país en el nivel máximo de alerta («No viajar»), «debido a delitos, disturbios, servicios de salud deficientes, secuestros y arrestos y detenciones arbitrarias de ciudadanos estadounidenses».
La FFA, que regula la aviación civil en Estados Unidos, notificó el 1 de mayo a la mayoría de los operadores y pilotos de aviones certificados por Estados Unidos la prohibición de volar a menos de 26.000 pies (7.900 metros) sobre el territorio de Venezuela, también por razones de seguridad. Estados Unidos anunció el 14 de marzo la partida de todo su personal diplomático en Venezuela.