La junta militar que gobierna Sudán y la plataforma opositora Fuerzas de Libertad y Cambio anunciaron este miércoles que llegaron a un acuerdo, para que el periodo de transición política en el país africano dure tres años, y aseguraron que en menos de 24 horas se hará público el «acuerdo final».
«Todos estamos de acuerdo para un periodo de transición. En menos de 24 horas el Ejército y el pueblo celebraremos el acuerdo final, y esperamos que éste alcance las aspiraciones del pueblo sudanés», dijo Yasser Atta, miembro del Consejo Militar, en una conferencia de prensa.
Durante los primeros seis meses del periodo transitorio «se dedicarán a firmar un acuerdo de paz con los movimientos armados de Darfur, de Kordofán del Sur y Nilo Azul», dijo, aludiendo a las tres regiones que son escenario de choques armados entre los rebeldes y el Ejército nacional desde hace años.
Darfur es la más afectada por los combates, que causaron cerca de 300 mil muertos y obligaron a 2,7 millones de personas a abandonar sus comunidades de origen desde 2003, según datos de la ONU.
Atta señaló que acordaron de «forma completa todas las prerrogativas» para el llamado Consejo Soberano, que gobernará Sudán hasta la convocatoria de elecciones, así como las de los ministros y el poder legislativo, informó la agencia de noticias EFE.
El vocero de las Fuerzas de Libertad y Cambio, Madani Abbas, confirmó en declaraciones a la prensa la duración de la transición así como el anuncio del acuerdo final y detalló que el consejo de ministros tendrá «candidatos de las Fuerzas de Libertad y Cambio» y que el legislativo constará de 300 miembros, el 67 por ciento de la plataforma opositora y el 33 de otras entidades no incluidas en ella.
Las consultas, subrayó, «se reanudarán mañana», para cuando han previsto el anuncio del acuerdo final tras largas negociaciones entre las partes para que se traspase el poder militar a uno civil después de que la junta derrocase a Omar al Bashir, el pasado 11 de abril, tras 30 años en el poder.
Los manifestantes que lideraron unas marchas que comenzaron el pasado diciembre y con las que presionaron el derrocamiento de Al Bashir insistieron en sus demandas sobre el traspaso del poder militar a uno civil.
La junta militar dijo, una vez que tomó el poder, que estaba dispuesta a gobernar dos años el país de manera transitoria, ante lo que la oposición mostró su temor de que Sudán volviera al régimen que había gobernado el país durante tres décadas.