La inflación no se desacelerará en los próximos meses debido a la «falta de un plan integral» para coordinar las expectativas y al impulso que tomaron las paritarias, de acuerdo con un informe difundido este domingo por la consultora Ecolatina.
«Incluso en el escenario en el que las presiones cambiarias logren ser domadas por el Banco Central, no esperamos que se observe durante los próximos meses una significativa desaceleración de la inflación«, indicó la consultora.
En ese sentido, señaló que «si bien controlar el mercado cambiario reduce la probabilidad de una nueva aceleración en el avance de los precios, no es condición suficiente para que la inflación se encuentre en un nivel significativamente más bajo».
Ecolatina sostuvo que «esto se debe a que por el momento no se percibe la existencia de un plan integral que logre coordinar expectativas. Por caso, en las últimas semanas comenzó a tomar fuerza el visto bueno del gobierno en relación al ajuste trimestral de las paritarias, siendo incluso el costo laboral un driver más importante que el dólar a la hora de analizar el proceso inflacionario y al que no se le suele dar tanta importancia».
«El acortamiento de la vigencia de las paritarias constituye un intento de proteger los ingresos reales de los trabajadores en un contexto de inflación elevada e incierta y frenar la caída del consumo de cara a las elecciones», observó.
A renglón seguido advirtió que «la mayor nominalidad que provoca esta dinámica, así como la incorporación de cierto grado de indexación (en lugar de las cláusulas de renegociación generalizadas en las paritarias pasadas) puede ser nociva en lo que refiere al proceso inflacionario».
Ecolatina remarcó que «en la medida que los márgenes de las empresas no se achiquen, el aumento en la estructura de costos de las mismas será trasladado a los precios de sus productos».
«En un contexto como el actual, en el cual la inercia que posee la inflación es elevada, la incorporación de un esquema de paritarias que propague rápidamente la misma puede contrarrestar -parcial o totalmente- el efecto positivo de la política cambiaria».
El análisis aseguró que «en los meses que faltan para las elecciones, los incrementos salariales pueden no ser suficientes para apuntalar el consumo -vía un mayor salario real- y en consecuencia, los mayores costos a los que las empresas se enfrentan difícilmente sean saldados con más ventas».
Según la consultora, «este escenario de alta nominalidad se da junto a una política monetaria más restrictiva, lo que implicaría una mayor tasa de interés y agrega más dificultades a la delicada situación en la que muchas empresas se encuentran. En este escenario, el tiro podría salir por la culata ya que se habría intercambiado, en la previa electoral, el riesgo de una caída el salario real por el riesgo de perder el empleo».
«En este escenario de marcada inestabilidad, esto puede llevar a una espiral precios-salarios en pocos meses. Después de todo, no hay nada como un plan de estabilización fallido para acelerar la inflación», alertó.