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Inclusión

Internos de una cárcel bonaerense se recibieron de panaderos profesionales


La Escuela de Gastronomía Creer, que funciona dentro del Penal bonaerense de San Martín, otorgó este viernes el título de panadero profesional a sus primeros egresados, 16 internos que esperan recuperar su libertad y adquirieron herramientas para afrontar «el afuera».

«Somos 16 personas que queremos salir adelante», dijo hoy Luis, que tiene 43 años y hace 3 que está preso en la Unidad 46 del Complejo Penitenciario de San Martín «a la espera del juicio». Luis fue docente 20 años en escuelas públicas del partido bonaerense de Merlo y nunca se imaginó que terminaría preso, pero su vida dio un «vuelco inesperado» sobre el cual no quiso dar detalles. «Pasaron cosas», respondió.

El año pasado, Luis hizo el curso de panadero profesional y ahora es alumno del taller de gastronomía. Quiere adquirir «nuevas herramientas» porque no sabe «ni cómo ni cuándo» va a salir, y tampoco sabe si va a poder ejercer la docencia nuevamente. «Aunque el juicio salga bien y las cosas se aclaren -dijo- el paso por acá adentro no me lo saca nadie».

La Escuela Profesional de Gastronomía Creer del penal de San Martín fue una iniciativa de la empresa Cook Master, a cargo del servicio de comida en esta y otras prisiones bonaerenses, como las de Campana, Florencio Varela, Magdalena y La Plata.

Los docentes de las tres especialidades que se dan allí- panadero, pastelero y cocinero- son parte del plantel del Instituto Superior Mariano Moreno (ISMM), y entre ellos está Francisco Sade, quien es también el cocinero del programa televisivo de Mirtha Legrand.

«Viniendo acá, es mucho más lo que recibimos que lo que damos», dijo Sade antes de entregar los títulos, y agregó: «En una escuela de la calle, nunca logré la atención de los alumnos que tengo acá adentro». La escuela abrió a principios de 2017 en la Unidad Penitenciaria 46 del penal, pero acuden también los internos de las unidades 47 y 48.

Para dar las clases prácticas se refaccionó la antigua cocina del anexo de mujeres, que estuvo en desuso casi un año. «Se invirtieron dos millones de pesos para dejarla en condiciones», dijo a Vanesa Weisinger, gerente de operaciones de Cook Master.  El aula para las clases teóricas se instaló en una antigua cámara frigorífica que estaba junto a la cocina.

Los títulos que reciben los internos son emitidos por el ISMM y tienen validez oficial.

En el Penal de San Martín, la empresa Cook Master tiene tres cocinas donde se elabora la comida para los internos; allí, hay un cocinero externo a cargo y trabajan con él unos quince presos. Además de recibir una remuneración económica, los internos que trabajan en las cocinas reciben formación que les permitirá trabajar en el rubro gastronómico una vez recuperada su libertad.

La escuela Creer está ubicada en un sector apartado de los pabellones, y tiene en el frente un pequeño patio, donde los internos prepararon hoy ocho mesas para recibir a sus invitados: funcionarios, periodistas, docentes del ISMM y directivos de Cook Master.