Doce años después de que la niña británica Madeleine McCann se esfumara de un hotel del sur de Portugal -hecho ocurrido el 3 de mayo de 2007-, el caso resucita en varios documentales que, a falta de respuestas, repasan las incógnitas de la desaparición más mediática del mundo.
Según informó la agencia EFE hay hasta tres producciones televisivas dispuestas a recordar lo que pasó aquel día: «La desaparición de Madeleine McCann», que se emite en DKISS este viernes; otra serie de mismo título disponible en la plataforma Netflix y «Madeleine McCann: an ID Murder Mystery» de Discovery.
La premisa de los tres films es idéntica, «algo se perdió en el camino de la tortuosa investigación, primero exclusivamente portuguesa y después con ayuda británica; la colaboración degeneraría en acusaciones y desconfianzas e incluso el relevo del encargado del caso, el polémico Gonçalo Amaral».
Amaral puso en el punto de mira a los padres, Kate y Gerry, que llegaron a ser considerados «arguidos» (una figura portuguesa que equivale a ser formalmente investigado), con indicios que nunca fueron demostrados.
Es un resumen que parte de lo recogido en los 12.000 folios que generó el caso «Maddie», sumado a unas 2.000 diligencias policiales, 500 búsquedas en la zona y casi veinte sospechosos.
«Pruebas no existen, pero existen indicios», admitió a EFE Francisco Moita Flores, ex investigador de la Policía Judicial portuguesa, hoy retirado, que ha estudiado toda la documentación del caso y habla en el largometraje de DKISS.
Moita Flores defiende la tesis portuguesa, que sostiene que la respuesta está en el entorno, por las «contradicciones» que dice haber encontrado en las declaraciones a la policía de los amigos que cenaban con Kate y Gerry McCann.
«Están mintiendo, basta leer las declaraciones. No existen dos declaraciones iguales, y hay algunas que son contradictorias», asegura.
Madeleine Beth McCann (nacida el 12 de mayo de 2003) desapareció a los 3 años cuando dormía en un departamento de alquiler vacacional en Praia da Luz, un complejo turístico ubicado en la región de Algarve, Portugal.
«Maddie» es la hija mayor de Kate McCann, médica generalista en Melton Mowbray, y Gerry McCann, cardiólogo del Hospital Glenfield de Leicester, quienes tiene otros dos niños mellizos, Sean y Amelie, de 15 años.
Entonces, el matrimonio McCann confesó a la policía que comprobaron que sus hijos estaban bien a las 21, y que cuando Kate regresó a las 21.30 para ver a los niños, mientras cenaban con amigos a 55 metros de distancia, en un bar de Tapas dentro del resort Ocean Blue, encontró la cama de Madeleine vacía.