Los datos preliminares oficiales de la Dirección de Control de de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dicei) del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, correspondientes al año 2018, informaron que uno de cada cinco niños menores de 2 años no recibió la vacuna antigripal. Mientras que de los que sí iniciaron el esquema gratuito y obligatorio de vacunación, casi 4 de cada 10 (36,7%) no recibieron la segunda dosis.
El bajo nivel de cobertura de inmunización generó preocupación en la Sociedad Argentina de Pediatría, que instó a la comunidad a proteger a los más pequeños contra la gripe, una enfermedad que puede traer graves complicaciones e incluso la muerte en ese grupo etario.
El actual Programa Nacional de Inmunizaciones incluye a todos los niños de entre los 6 y 24 meses, a los mayores de 65 años y entre los 2 y los 64 años a todos aquellos que presenten alguna patología crónica de base que incremente el riesgo de sufrir complicaciones asociadas a la gripe como por ejemplo enfermedades respiratorias, cardíacas, renales, diabetes, obesidad, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y personas trasplantadas, entre otras.
También abarca a las embarazas y a todo el personal de la salud y llamativamente, otro valor muy por debajo de la cobertura esperable fue el de la vacunación en las embarazadas (corresponde una sola dosis en cualquier mes de gestación) ya que solo se inmunizó el 64,6%, lo que representa que más de 3 de cada 10 embarazas no estuvieron protegidas de las formas graves de la enfermedad durante la gestación.
Por estas razones, desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) remarcaron la importancia de aplicar la vacuna antigripal a todos los grupos de riesgo, pero hicieron especial hincapié en los niños de entre 6 y 24 meses y en las embarazadas, para proteger al niño por nacer.
«Los niños pequeños conforman un grupo vulnerable a esta enfermedad y la indicación de la vacuna está incluida en el Programa Nacional de Inmunizaciones, lo que la transforma en gratuita y obligatoria», destacó la Doctora Elizabeth Bodganowicz, infectóloga pediatra, Secretaria del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Bodganowicz añadió: «Son 2 aplicaciones separadas de un mes, salvo aquellos que recibieron la vacuna el año anterior, para los cuales una sola dosis será suficiente. La vacunación se realiza en todos los hospitales y centros de salud».
«Lo ideal es que el niño reciba la vacuna ante la llegada de los primeros fríos, generalmente con el comienzo del otoño, para así contar con la inmunización y estar protegido con las 2 dosis cuando lleguen las bajas temperaturas», remarcó.
Además dijo: «La gripe es una enfermedad respiratoria muy contagiosa de la que por lo general en una o dos semanas los pacientes se recuperan sin la necesidad de un tratamiento específico, pero aquellos que se encuentran en los grupos de riesgo, como los más pequeños o las personas de más de 65 años o quienes presentan alguna enfermedad preexistente, pueden tener complicaciones frente a esta condición, llegando en algunos casos a requerir internación y presentar riesgo de muerte».
Bogdganowicz manifestó luego: «Es importante señalar que la circulación del virus de gripe es muy prolongada por lo tanto no se debe restringir la vacunación antigripal sólo a los meses de otoño e invierno. En personas de riesgo la vacunación antigripal debe indicarse en cualquier momento del año. También los que conviven con niños prematuros o inmunocomprometidos deben ser vacunados».
Por su parte la Doctora Stella Maris Gil, presidenta de la SAP, expresó: «Como su inclusión al calendario nacional es relativamente nueva, muchos padres no conocen la obligatoriedad ni gratuidad de la vacuna y no se la aplican a los chicos, dejándolos desprotegidos tanto a ellos como a otros niños, ya que la no vacunación propicia una mayor circulación del virus».
«Recomendamos enfáticamente la consulta al pediatra, especialmente con niños menores a 24 meses o mayores pero con alguna enfermedad crónica», destacó Gil.
Los únicos casos que requieren prescripción médica que acredite su condición para recibir la vacunación en forma gratuita en cualquier hospital o centro de salud son los mayores a 24 meses y hasta los 64 años que presenten alguna enfermedad asociada.
Los principales síntomas de la gripe son fiebre alta (de 39º o más), dolor de cabeza y dolor generalizado, decaimiento, cansancio, tos y dolor de garganta, congestión nasal, diarrea y vómitos.
Entre los factores que la distinguen de un cuadro gripal están la fiebre alta y el hecho de que suele durar entre una y dos semanas, mientras que los cuadros gripales generalmente mejoran al cabo de dos o tres días.
Otras vacunas infantiles
Desde la SAP también destacaron la importancia de cumplir con el calendario de vacunación para que los niños se encuentren protegidos contra las diversas enfermedades para las cuales se cuenta con vacunas.
Cuando los niños se escolarizan, entre los 5 y los 6 años, deben recibir el segundo refuerzo de la vacuna antipoliomelitis (por vía oral), la segunda dosis de vacuna triple viral, que protege contra el sarampión, rubéola y paperas y el segundo refuerzo de la vacuna triple bacteriana celular, contra la difteria, tétanos y tos convulsa (o coqueluche).
Los niños de 11 años deben recibir la vacuna triple bacteriana acelular, la vacuna contra hepatitis B (para quienes no tengan el esquema completo ), completar esquema de la vacuna triple viral, dos dosis de vacuna contra el virus papiloma humano, tanto en niños como en niñas, y la vacuna contra el meningococo (única dosis).
La provisión de esta última vacuna está demorada por la autoridad sanitaria hasta nuevo aviso, pero todas estas vacunas se administran de manera gratuita y pueden aplicarse el mismo día, con la única salvedad de que se las deben colocar en distintas partes del cuerpo.
«Es imperioso que todos los niños reciban estas vacunas, ya que previenen las distintas enfermedades y permiten seguir trabajando en el camino de la eliminación de afecciones como el sarampión, la rubeola y la poliomielitis, además de mantener controladas otras como el tétanos y la difteria», dijo Bogdanowicz.