El presidente de Rusia Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong un concretaron hoy su primer encuentro en la ciudad rusa de Vladivostok donde tuvieron un diálogo «sustancial» y analizaron el proceso de desnuclearización del país asiático.
«Hemos hablado, por supuesto, de la situación en la península coreana. Intercambiamos opiniones sobre lo que hay que hacer para que la situación tenga perspectivas de mejora», dijo Putin al inicio de la reunión ampliada en la ciudad de Vladivostok, a los pies del océano Pacífico. Las declaraciones del presidente ruso, que tildó como «posible» la desnuclearización de la península, fueron las primeras impresiones sobre la cumbre de alto nivel que por primera vez reunió a ambos líderes y que significó la primera visita oficial de Kim a ese país desde su llegada al poder en 2011.
Las conversaciones se iniciaron con una primera reunión a solas entre ambos jefes de Estado, que continuó después con un encuentro ampliado a las delegaciones oficiales. El primer cara a cara entre ambos líderes duró aproximadamente una hora y media, en tanto que la reunión en formato ampliado, en presencia de ministros de varias carteras, se prolongó una hora y cuarenta minutos, según fuentes rusas.
En el interín entre ambos encuentros, Putin brindó declaraciones en las que afirmó que los encuentros transcurrieron en un ambiente «constructivo, profesional y amistoso». «Hemos hablado, por supuesto, de la situación en la península coreana. Intercambiamos opiniones sobre lo que hay que hacer para que la situación tenga perspectivas de mejora», dijo Putin, quien afirmó que los dos también abordaron la historia de las relaciones entre ambos países y los planes de desarrollo de la cooperación bilateral.
Los principales temas en la agenda de la cumbre fueron la búsqueda de vías para hallar una solución pacífica al problema nuclear en la península coreana y para fomentar los esfuerzos de distensión entre las dos Coreas, así como las relaciones bilaterales y la cooperación para garantizar la seguridad en el noreste asiático.
Como se preveía, no hubo una conferencia de prensa conjunta por lo que las consideraciones de Kim sobre el encuentro fueron las escuetas palabras que brindó al final de la cumbre que sesionó en uno de los complejos del campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente, en la isla Russki. Allí, Kim aseguró que había llegado a Vladivostok para tratar «las vías para el arreglo pacífico» del conflicto nuclear en la península coreana, que, en su opinión, despierta un «interés prioritario» en el mundo, informó la agencia de noticias EFE.
Kim calificó asimismo de «muy sustancial» la reunión a solas con el jefe del Kremlin. Tras las conversaciones formales, Putin ofreció una cena a Kim y su delegación, cuyo menú incluye platos rusos tradicionales a petición del líder norcoreano. La cumbre de Vladivostok se celebró después del fracaso de la última cita entre Kim y el presidente de EEUU, Donald Trump, celebrada en febrero pasado en la capital de Vietnam, Hanói.