El aumento del precio de los insumos para los prestadores de diálisis puso en emergencia a ese sector de la salud. Los profesionales de la Asociación de Prestadores de Diálisis y Transplantes Renales de la Provincia de Santa Fe manifestaron cómo es la situación actual y expresaron que no les alcanza el dinero para brindar el servicio. El conflicto principal se da con pacientes que se atienden por medio de Pami.
Por la situación, advirtieron, no sólo se declara la emergencia en la provincia sino que es a nivel nacional. Según indicaron, el problema también lo tienen los centros de todo el país.
Sergio Marinovich, presidente de la asociación, explicó al diario El Litoral que «el problema comenzó hace más de dos años, pero ahora los costos han subido tanto y los financiadores, sobre todo los nacionales, no reconocen esos costos mínimos que los prestadores tenemos para tratar correctamente a nuestros pacientes, como siempre lo hicimos».
En Santa Fe cerraron 3 centros de prestación de diálisis y hay otros 7 en situación crítica, de los 24 que hay en el territorio provincial.
“La situación financiera es tan caótica y desesperante que muchos centros del país están cerrando”, reconoció Marinovich, y agregó: “Nosotros preferimos llegar hasta el final porque no podemos dejar de dializar a los pacientes. Si dejamos de hacerlo, los pacientes pueden morir”.
Por otra parte, reconoció que el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe, se hace cargo de los pacientes, y hay una buena mesa de diálogo. No así con las nacionales como en el caso de Pami, que es la más grave de todas porque nuclea al 43 por ciento de los pacientes que dializan en la provincia de Santa Fe. De 2200 pacientes que hay en la provincia, 900 prácticamente corresponden a la obra social de los jubilados.