El FMI advirtió sobre una desaceleración de la economía global en 2019 y para el conjunto de las economías proyectó un crecimiento de 3,3%, cuando hace seis meses el alza estimada era de 3,5%.
En tanto, para la región de América Latina estimó una suba del PBI de 1,4%, según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en Inglés) presentado esta mañana en Washington. Según el FMI, luego de haber alcanzado un pico de crecimiento de 4% en 2017, la economía global se desaceleró por segundo año consecutivo.
En consecuencia, se corrigieron las proyecciones del último informe a la baja, respecto de lo previsto hace un año atrás, cuando «la actividad económica se aceleraba en todas las regiones y se proyectaba un crecimiento de 3,9% para 2018 y 2019», recordó el organismo. Sin embargo, el FMI aclaró que hoy, «un año después, mucho cambió: las tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos, el estrés maroeconómico en la Argentina y Turquía, la interrupción del sector automotor en Alemania, las políticas crediticias más duras en China y el endurecimiento de la política monetaria en las mayores economías avanzadas contribuyeron significativamente a empeorar el ritmo de expansión global, especialmente en la segunda mitad del 2018», indicó.
Asimismo, se expresó por la «pérdida de confianza de los negocios y del consumidor» de la eurozona, en un clima enrarecido por las dificultades que tiene Gran Bretaña de encauzar el Brexit. Por lo tanto, «el WEO prevé una declinación de 70% de la economía global» para este año, sentenció el Fondo, y alertó acerca del impacto del alza de tasas de interés de Estados Unidos y otras economías avanzadas, que «convergen hacia su potencial de largo plazo».
En América Latina, el Fondo estimó que «el crecimiento se recuperará en los próximos dos años, a 1,4% en 2019 y 2,4% en 2020». En particular en Brasil, previó una recuperación de 1,1% del PBI en 2018, de 2,1 % en 2019 y de 2,5 % en 2020.
En tanto en México también la economía se desaceleró, por lo que se moderó la suba estimada de su economía a 1,6% para 2019 y a 1,9% en el 2020, casi un punto porcentual menos -para cada período-, que lo estimado en octubre último. Por su parte, el Fondo estimó que «la economía de Argentina se contraerá en el primer semestre de 2019, ya que la demanda interna se desacelerará, debido a las políticas más estrictas para reducir los desequilibrios; y luego volverá a crecer en el segundo semestre del año, a medida que se recuperen el ingreso disponible real y la producción agrícola, después de la sequía reciente».
Por último, pronosticó un desplome de 25% de la economía de Venezuela en 2019, y un 10 por ciento más en 2020, «un colapso mayor que el proyectado en el WEO de octubre de 2018». Sin embargo, las estimaciones económicas para el 2020 y el mediano plazo resultaron más favorables para la región, en parte por la recuperación esperada para la Argentina. Para el próximo período, «se proyecta un crecimiento 2.4% para América Latina, mientras que «para el mediano plazo, aumenta a 2,8%», vaticinó.
Para el FMI, «la estabilización financiera y la recuperación en Argentina, donde se proyecta que el crecimiento se fortalecerá en alrededor del 3,5 por ciento en el mediano plazo (2024), contribuye a la mejora del crecimiento de esa región», indicó el informe. Cada seis meses, el FMI realiza sus proyecciones económicas acerca de la marcha de la economía global y de los países en particular, que son presentadas en los días previos a la realización de las Reuniones Anual y de Primavera del FMI y del Banco Mundial.