Una playa de la isla de Pukhet atrae a cientos de turistas cada día. Uno de los principales atractivos alla es el fotografiarse con los aviones que pasan encima suyo antes de aterrizar. Algo que preocupa firmemente a las autoridades y por eso, comenzaron a sancionar a quienes lo hagan. Podría condenarse a las personas a pena de muerte por ingresar a la zona que ahora está prohibida.
La pista de aterrizaje del aeropuerto de Pukhet se encuentra casi pegada al mar. Sólo una pequeña franja de arena de la playa Mai Khao separa el agua de la cinta asfáltica donde despegan y aterrizan las enormes aeronaves que llegan desde todo el mundo.
Hasta ahí empezaron a llegar los turistas. El agua celeste y la adrenalina del viento que genera el avión son los motivos. Al principio fueron algunos pocos «spotters», como se conocen a los aficionados a sacar fotos de aviones. Pero ahora son cientos los que cada día llegan hasta ese lugar para tomar espectaculares fotografías y videos de la panza de los aviones para luego subirlas a las redes sociales.
Las autoridades de la isla comenzaron a preocuparse. Aseguran que esas cientos de personas distraen a los pilotos en un momento clave de su tarea y pueden causar accidentes, por lo cual han decidido cerrar al paso la zona y advirtieron que quienes infrinjan la prohibición y penetren en el área prohibida, enfrentaran duras sanciones que pueden llegar hasta la pena de muerte.
«Las personas y los turistas no podrán acceder a esta área a tomar fotos», advirtió Wichit Kaeothaithiam, subdirector del aeropuerto de Pukhet,al diario Bangkok Post.
Las autoridades establecieron además una zona de restricciones para quienes habiten en una zona de 9 kilómetros alrededor del aeropuerto prohibiendo la utilización de drones y luces brillantes.
Los turistas no son sólo un peligro para los aviones sino para ellos mismos. De acuerdo al un estudio del Journal of Family Medicine and Family Care, 259 personas han muerto en todo el mundo desde 2011 mientras se tomaban una selfie.