Más de un centenar de refugiados y migrantes bloquearon hoy las vías de la principal estación ferroviaria de Atenas, en protesta por el bloqueo policial que no les permitió viajar al norte del país para unirse a una caravana que pretende cruzar sin autorización la frontera con Macedonia del Norte.
Decenas de personas, incluidos niños, se sentaron y acostaron sobre las vías mientras algunos decidieron caminar en paralelo a su recorrido hacia el norte, lo que provocó la cancelación de decenas de trayectos de trenes nacionales y suburbanos.
La ocupación comenzó anoche después de que, a pesar de haber comprado billetes para viajar hasta Salónica, la Policía prohibió su salida de Atenas para no empeorar la situación en el norte del país.
Según informó la Policía de Salónica, desde ayer por la tarde unas 700 personas procedentes de distintas partes del país han acampado fuera del área de refugiados de Diavatá -suburbio de esta ciudad del norte de Grecia-, en respuesta a una llamada en redes sociales para viajar y cruzar juntos la frontera.
De acuerdo con un portavoz del Ministerio de Migración, el llamamiento, así como los rumores de apertura de la frontera, partieron de cuentas falsas en redes sociales que pedían a los refugiados que se uniesen a la «Glitter of Hope Caravan» (Caravana del Brillo de la Esperanza), citó la agencia de noticias EFE.
Todos ellos exigen su traslado a la frontera para poder continuar su viaje a otros países europeos, con la esperanza de una vida mejor que la que pueden conseguir actualmente en Grecia.
«Vamos a intentar buscar una solución y convencerlos de que no podrán cruzar la frontera. Se les devolverá el dinero de los billetes. Sabemos que buscan esperanza, pero es una situación que no depende solo de Grecia. Es un problema europeo», dijo a los medios dijo Miltiadis Klapas, secretario de Policía Migratoria del partido gubernamental Syriza.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) emitieron hoy un comunicado advirtiendo que «además de posibles consecuencias legales, los que participen en estos movimientos pueden acabar en condiciones funestas al quedarse sin refugio, alimentos u otros servicios básicos adecuados».
Además pidieron que no se confíe en la información que se comparte a través de redes informales, pues «suele ser engañosa o totalmente incorrecta».