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Un Juez ordena evaluar la salud mental del autor de la masacre de las mezquitas


El hombre que mató a 50 personas en un ataque a dos mezquitas de Nueva Zelanda se sentó hoy impasible ante el juez de la causa, quien le ordenó someterse a exámenes para saber si es mentalmente apto para afrontar el juicio por homicidio.

Sobrevivientes y parientes de las víctimas del ataque del 15 de marzo desbordaron un tribunal de la sureña ciudad de Christchurch, mientras el acusado, Brenton Tarrant, comparecía por videoconferencia desde una prisión de máxima seguridad de Auckland.

Tarrant, un australiano de 28 años que se ha definido como un supremacista blanco, enfrenta 50 cargos de homicidio y 39 de tentativa de homicidio por sus ataques contra dos mezquitas de Christchurch, que horrorizaron al mundo y a la tranquila Nueva Zelanda.

Cincuenta personas murieron y otras 50 resultaron heridas en la matanza, parte de la cual fue transmitida en vivo por Tarrant por las redes sociales.

Durante la audiencia, el juez Cameron Mander ordenó que se evalúe el estado de salud mental de Tarrant antes de que éste comparezca de nuevo el próximo 14 de junio, cuando podría ser requerido a declararse culpable o inocente de las acusaciones.

El magistrado remarcó que las evaluaciones forman parte de procedimientos habituales para determinar si el acusado es apto para afrontar el proceso y que estas no afectarán al derecho a un juicio justo, informó la agencia de noticias EFE.

Tarrant se mantuvo sentado e inmóvil durante la audiencia, y escuchó atentamente los procedimientos.

El acusado pudo ver al juez y a los abogados, y escuchar sus deliberaciones a través de un circuito cerrado de televisión que evitó mostrarle imágenes de la zona de público de la sala, donde se encontraban decenas de familiares de las víctimas.

Para muchos de ellos, la aparición de Tarrant en la pantalla fue la primera oportunidad de poder ver el rostro del hombre acusado del asesinato de sus seres queridos en la peor masacre de la historia moderna de Nueva Zelanda. Yama Nabi, cuyo padre de 71 años murió en los ataques, dijo que fue a presenciar la declaración en nombre de su «desolada» familia.

«Sólo quería ver su cara… no me va a devolver el ser querido. Pensé ‘es un cobarde'», dijo a periodistas afuera del tribunal, citado por medios locales. «No expresó ninguna emoción. No vi ninguna emoción en su cara», dijo por su parte Tofazzal Alam, un sobreviviente del ataque que perdió varios amigos en el asalto, en declaraciones recogidas por el portal de noticias Stuff.

Tarrant, quien había declarado su intención de defenderse a sí mismo tras rechazar los servicios de su primer abogado de oficio, será representado legalmente por Shane Tait y Jonathan Hudson. La presencia de los letrados mitiga el temor de que el juicio sea utilizado por el acusado como una plataforma para propagar su ideología extremista, recogida en un manifiesto de 70 páginas publicado en sus redes sociales instantes antes del atentado.

El juez mantuvo hasta al menos la próxima vista la orden que prohíbe a los medios de comunicación tomar fotografías, filmar o grabar el sonido del proceso ni publicar imágenes del acusado, a excepción de la de la primera comparecencia pero con el rostro pixelado.