La Cámara de los Comunes británica rechazó este viernes, por tercera vez, el acuerdo de divorcio del Reino Unido de la Unión Europea (UE), en una votación que sume en la incertidumbre la fecha y los términos en que ocurrirá el Brexit.
En el día en que se suponía que el país abandonaría el bloque, los diputados británicos rechazaron el acuerdo, alcanzado el año pasado por la UE y el gobierno de la primera ministra Theresa May, por 344 votos contra 286, informó la cadena BBC.
La derrota fue por un margen menor a los rechazos previos del pacto, en enero y marzo de este año, pero constituye un golpe mortal para al estrategia elaborada por el gobierno conservador de May para salir de la UE.
En una rápida reacción, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó a una cumbre el 10 de abril para que los líderes de la UE discutan los pasos a seguir tras el nuevo rechazo del acuerdo en el Parlamento británico.
En virtud de un acuerdo de retraso del Brexit alcanzado la semana pasada con la UE, el Reino Unido tiene ahora hasta el 12 de abril para decidir un nuevo plan. Las opciones se reducen a solamente tres: dar marcha atrás con el Brexit, buscar una prórroga más prolongada o salir del bloque sin un acuerdo, lo que tendría efectos económicos muy perjudiciales tanto para el Reino Unido como para la UE.
El Parlamento británico votará el lunes una serie de mociones en un intento de diseñar una nueva estrategia, no una elaborada unilaterlamente por el gobierno, como el rechazado acuerdo, sino una consensuada entre todas las fuerzas políticas.
Tras su tercera derrota, May dijo que seguirá luchando por un «Brexit ordenado» pese al nuevo rechazo parlamentario, algo que calificó de «grave». Pero el líder del opositor Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, respondió que May debe cambiar su acuerdo del Brexit o renunciar, y agregó que el Parlamento tendrá la oportunidad, el lunes, de acordar «un mejor acuerdo para el futuro de este país».
Un total de 34 legisladores conservadores se rebelaron contra May y votaron contra el pacto. Cinco diputados laboristas, en cambio, ignoraron el pedido de Corbyn y apoyaron el acuerdo.