Más noticias
Mundo

Tras dos décadas

Israel expulsó a los observadores internacionales de Hebrón


El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este lunes que cancelará el permiso que tienen para operar la fuerza internacional de observadores en Hebrón, en el sur de Cisjordania. La misión, que comenzó hace más de dos décadas, deberá ser abandonada el jueves.

El contrato con la Presencia Internacional Temporal en Hebrón (TIPH, por sus siglas en inglés) finaliza a fin de enero y el mandatario explicó que no renovará el acuerdo: “No vamos a permitir la continuación de una misión internacional que actúa contra nosotros”.

En diciembre, un informe de la TIPH acusaba a Israel de violar la legislación internacional en la dividida urbe palestina y tras ello se escudó Netanyahu para rechazar la renovación del contrato, que se realizaba cada seis meses desde 1997.

El mandato del equipo de observadores internacionales fue establecido en el Protocolo de Hebrón de los Acuerdos de Oslo, que sentaron las bases en 1993 para la creación de la Autoridad Palestina en territorio ocupado por Israel desde 1967. Netanyahu, que también ejercía entonces como primer ministro, firmó el documento en 1998 con el líder histórico palestino Yasir Arafat para ampliar las funciones de la TIPH.

El contingente multinacional está integrado por 64 miembros procedentes de Italia, Noruega, Suecia, Suiza y Turquía. Los informes de sus observadores son reservados y solo son entregados a las autoridades israelíes y palestinas. Pese a las limitaciones de sus funciones, el Ejército israelí no suele obstaculizar sus patrullas.

Netanyahu ya había anunciado en diciembre, después de que el diario israelí Haaretz difundiera el informe confidencial de los observadores, que iba a adoptar una decisión sobre la continuidad de la misión internacional.

En el informe filtrado, la TIPH recopilaba los casos más graves de los 40.000 incidentes registrados en Hebrón entre 1997 y 2017 antes de concluir que la situación de la ciudad había empeorado desde el acuerdo suscrito por Israel y los palestinos. Entre otras objeciones, los observadores cuestionaban los títulos de propiedad de los colonos y denunciaban las graves restricciones de movimientos que sufren los palestinos.