Especialistas argentinos en temas de violencia y acoso escolar recomendaron reforzar políticas educativas inclusivas, capacitación permanente y llamaron a «creerles a las víctimas que denuncian». Lo hicieron tras un informe de la Unesco que coloca al acoso y a la violencia escolar entre pares como «un problema mundial importante».
Casi uno de cada tres estudiantes de entre 8 a 24 años de una selección de 114 países fue acosado por sus compañeros en la escuela al menos una vez en el último mes y una proporción similar sufrió violencia física, según Unesco.
La investigación «Detrás de los números: Poner fin a la violencia y el acoso escolares», se presentó en el Foro Mundial de Educación 2019 de Londres, con datos de regiones de Europa, América del Norte y Sur, el Caribe, Asia y Medio Oriente.
Al respecto, psiquiatras y psicoanalistas reflexionaron sobre esta problemática que sucede en el país y acordaron en la necesidad de implementar políticas públicas para reaprender.
«Si bien recomiendo dar talleres a docentes, niños y adolescentes de forma permanente para prevenir, hay que modificar la política educativa de exclusión, porque al excluido le queda utilizar la violencia para pertenecer», reflexionó a Télam la psiquiatra y psicoanalista infanto juvenil, Liliana Moneta.
Asimismo, se refirió al problema del acoso y violencia escolar en la Argentina como un «círculo de violencia» (entre pares, instituciones y la familias) a la vez que resaltó la «falta de un lazo social para encauzar este tipo de conductas disruptivas».
Por su parte, la médica psicoanalista, especialista en niños, adolescentes y familias, Sara Zusman de Arbiser, tras acordar sobre la necesidad de estimular la capacitación en las instituciones escolares, se refirió al problema de «no creer en la víctima».
«En nuestro país no se estimula saber del acoso escolar. No se toma en cuenta las denuncias en los colegios, dicen que son cosas de chicos, que ellos no lo ven y no le creen a la víctima», indicó Arbiser.
A su vez, remarcó que se estigmatiza a quien denuncia acoso o violencia en las escuelas porque «la consideran que es una persona que sabe defenderse» y, a su vez, «no se reflexiona sobre qué le pasa a los chicos que se burlan».»Quienes hostigan son chicos que sufren violencia familiar o no tienen protagonismo en sus estudios y utilizan la violencia para pertenecer de alguna forma», indicó la especialista.
Asimismo, se refirió al método Kiva, implementado en Finlandia, el cual logró «desalentar el acoso y violencia escolar de forma prologada en el tiempo», dato que también se resalta en el informe de Unesco.
El programa se inició en el 2007, y hoy en día se aplica en diferentes países como Suecia, Estonia, Bélgica, España, Reino Unido, Nueva Zelanda.
Se trata de que un equipo de profesores, formados con el programa, otorgan charlas a la comunidad escolar para lograr que los estudiantes que presencien escenas de acoso no apoyen al instigador y no acepten silenciosamente esa violencia por miedo a recibirla. Sino que la propuesta es que los niños, adolescentes y adultos apoyen a la víctima y se comunique el acoso.