Los peritos que investigan la desaparición en la ciudad de La Plata de la odontóloga Gisella Solís Calle, de cuyo paradero no se sabe desde hace una semana, hallaron rastros de sangre en el interior de la camioneta que utilizaba su novio, Abel Casimiro, quien se suicidó de un disparo en la cabeza el domingo por la noche.
A los investigadores les dio resultado positivo las pruebas de luminol realizadas en la camioneta, según revelaron fuentes judiciales.
En tanto, se realizaban rastrillajes en una zona situada en el kilómetro 47 de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de la localidad de City Bell.
Por otro lado, se aguardaba para las próximas horas la declaración de la esposa y la hija de Casimiro, que son oriundas de la ciudad de Lobería.
El hombre, que se mató de un tiro en la cabeza en el hotel platense el lunes por la noche pasado cuando iba a ser aprehendido por la Policía, mantenía una doble vida, de acuerdo con los investigadores del caso.