Economistas consideraron este viernes que los salarios medidos en dólares son 50 por ciento menores a los de fines de 2015. Al mismo tiempo indicaron que no hay motivos para que la compleja situación económica «se revierta».
«Hay un abaratamiento significativo de la economía. La foto muestra salarios en dólares 50 por ciento menores a los de fines de 2015, precios de los bienes y servicios también medidos en dólares 35% menores, y tarifas de servicios públicos que, si bien todavía tienen recorrido por delante, son 54% en dólares más altas que las del final del gobierno anterior», analizó la directora de la consultora Eco Go, Marina Dal Poggetto.
En declaraciones publicadas en el portal ambito.com, la economista estimó también que «el principal factor en explicar la desconfianza en la Argentina reflejada en un Riesgo País que supera 800 puntos, está dado por la incertidumbre electoral frente a un ajuste de shock».
En cuanto a las principales debilidades económicas, subrayó: «Son las dificultades para ponernos de acuerdo en un contexto en el que los problemas de competitividad están asociados a una muy elevada presión impositiva, una enorme rigidez del gasto público y la ausencia de un mercado de crédito local en un país que nunca construyó una moneda».
Por su parte, el economista Agustín Monteverde resaltó que «se va confirmando un rumbo de recesión económica», mientras indicó: «No veo motivos para que la situación cambie mientras continúe este modelo».
«No veo ningún motivo para que esto se revierta», insistió, mientras pronosticó que este año «el campo va a dar un mejor número, pero eso poco tiene que ver con el plan económico». Según su criterio, ello se vincula «simplemente con un clima más favorable» tras la sequía de 2018.
«Este modelo de tasas por las nubes para contener las subas del dólar no resuelve el problema de fondo», remarcó. En diálogo con radio La 990, puntualizó: «Garantiza calma cambiaria de corto plazo, pero a mi juicio garantiza también un nuevo episodio financiero y antes de las elecciones».
«Como en toda bicicleta, nadie quiere ser el último en bajarse, por lo tanto hay que tratar de hacerlo antes de que finalice», afirmó. Cuestionó, en tanto, que «lo único que le interesó al Gobierno fue comprar calma cambiaria».
«Hay un final cierto. Los desembolsos del FMI se adelantaron para comprar la seguridad de 2019 y esto significa que la fecha de vencimiento son las elecciones», alertó.