Un hecho violento se dio esta tarde en Juan José Paso al 5800 cuando agentes de Control Urbano llevaban adelante un control de rutina por venta ilegal de pirotecnia. Mientras intentaban identificar a un vendedor, vecinos salieron en defensa del comerciante y agredieron a piedrazos a los agentes.
Todo comenzó alrededor de las 14, del barrio Empalme Graneros, cuando los agentes municipales estaban llevando adelante un operativo de rutina por control de pirotecnica ilegal en los centros comerciales a cielo abierto de la ciudad.
En ese momento, personal de Control Urbano y la policía intentaron identificar a un hombre que estaba vendiendo pirotecnia dentro de un auto, un Chevrolet Corsa color gris.
Al intentar identificarlo, el hombre se negó, arrancó el auto y atropelló primero a agentes de esa repartición y posteriormente a los móviles policiales hasta hacerse lugar y poder escapar del lugar.
De todos modos, el hombre fue detenido a los pocos metros por personal policial. Pero al detenerlo e intentar identificarlo, «la gente tomó partido y salió en defensa del hombre que escapó y terminó agrediendo al personal municipal».
Como consecuencia de la agresión, agentes de la repartición terminaron con lesiones leves y uno de ellos con un piedrazo en una cabeza, mientras dos mujeres y dos hombres terminaron detenidos en la comisaría 20 por este hecho.
El Chevrolet Corsa en el que se desplazaba el vendedor de pirotecnia ilegal también fue víctima de los piedrazos producto del enfrentamiento.
«Un agente terminó con un piedrazo en la cabeza. Le realizaron una tomografía computada, solo tres puntos en la cabeza, pero poner en riesgo la vida por situaciones que son contrarias a las normas y el personal está para hacer cumplir eso, habla un poco de la sociedad que estamos viviendo, donde la sociedad pide controles, pero parece que los pide para los demás no para uno», argumentó a La Capital Guillermo Turrín, secretario de Control y Convivencia Ciudadana.
Además de destacar el trabajo que hace el personal de Control Urbano, que «son los que le ponen el cuerpo a las cosas», enseguida agregó: «La gente no entiende la peligrosidad que representa el uso de pirotecnia, tanto para la seguridad física como para los chicos, las personas con autismo y para los animales».
Fuente: La Capital