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La carta de Lula a Dilma: «No cambio mi dignidad por mi libertad»


El ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción desde abril pasado, dijo en una carta publicada este sábado y dirigida a su sucesora en la Presidencia y ahijada política, Dilma Rousseff, que no cambia su dignidad por su libertad.

«Dilma, mi lema ahora es: no cambio mi dignidad por mi libertad», aseguró el ex presidente en la breve misiva escrita desde su celda en la ciudad de Curitiba (sur), donde cumple una pena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.

Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, escribió a Rousseff para felicitarla por su 71 cumpleaños, celebrado en la víspera, y para desearle unas felices fiestas.

«Te estoy escribiendo para decirte felicidades por un cumpleaños más, que tengas fuerza para resistir, atacando y no defendiendo», señaló el ex presidente, citado por la agencia de noticias EFE.

Rousseff (2011-2016) se sometió este martes a una angioplastia en una hospital de San Paulo para restablecer el flujo normal de sangre en unas arterias coronarias que tenía obstruidas. El procedimiento fue exitoso y la ex jefa de Estado recibió el alta hospitalaria dos días después.

El aún máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT) también informó a Rousseff, destituida en 2016 por el Congreso por irregularidades fiscales, que «está preparado para enfrentar» al juez Sérgio Moro y las «mentiras» de su condena.

El juez Moro fue el encargado de las investigaciones en primera instancia de la operación Lava Jato y condenó a Lula en 2017 por su implicación en ese escándalo de corrupción, que destapó millonarios desvíos en el interior de la estatal Petrobras.

El magistrado aceptó en noviembre pasado la invitación del presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, para ser el futuro ministro de Justicia de su Gobierno, que asumirá el 1 de enero, lo que para la defensa de Lula evidenció la «parcialidad» del magistrado.

El ex gobernante acumula varios procesos penales por corrupción, además de la causa por la que fue condenado.

El último fue abierto en la víspera, cuando un juez de Sao Paulo le sentó en el banquillo de los acusados por supuestamente haber blanqueado un millón de reales (unos 255.000 dólares) al intermediar con el Gobierno de Guinea Ecuatorial en favor de una empresa brasileña.

La defensa de Lula ha intentado múltiples apelaciones en distintas instancias judiciales para revertir su condena y conseguir su libertad, pero hasta el momento todos le fueron negados.

En la Segunda Sala de la Corte Suprema, el máximo tribunal del país, fue suspendido a principios de este mes el análisis de un nuevo recurso después de que uno de los cinco jueces que integran esa sala pidiera más tiempo para analizar el caso.