A falta de siete horas para el comienzo de la Superfinal de la Copa Libertadores, hinchas de River comenzaban a llegar al estadio Monumental con la ilusión de conseguir una entrada y otros, con el ticket ya asegurado, buscaban calmar la ansiedad, mientras que fanáticos de Boca alentaban al conjunto «xeneize» en el hotel donde concentraban los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto.
Con la esperanza de obtener una entrada, exponiéndose a los riesgos de la reventa, muchos «millonarios» comenzaron desde temprano a colmar las inmediaciones del Antonio Vespucio Liberti.
En tanto, un grupo de hinchas de Boca se acercó hasta el Hotel Madero, en el barrio porteño de Puerto Madero, para alentar a los jugadores del «Xeneize».
Curiosamente, los encargados de la Seguridad de Boca se acercaron hacia los periodistas presentes en el lugar para pedirles que no hablaran con los fanáticos, para evitar los gritos y cánticos y así dejar que los deportistas descansen.
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