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#8M: las mujeres prometen parar el mundo


Por Diego Carballido

Este verano será recordado por ser la temporada en la que el programa de Jorge Rial, Intrusos, cambió sus peleas del mundo del espectáculo por una apertura a la discusión acerca del feminismo. El hashtag #soyfeminista inundó las redes sociales y la opinión pública conoció a referentes que, hace tiempo, luchan desde movimiento de mujeres.

En Rosario, el colectivo Ni una Menos se encuentra en los preparativos de la marcha del próximo 8 de marzo, donde prometen “parar el mundo”. Florencia Mainardi y Loreley Flores son comunicadoras e integrantes del colectivo y dialogaron con Con la Gente acerca del presente de la lucha llevada adelante por las mujeres.

«La aparición de mujeres feministas en los medios de comunicación masiva es fundamental. Fueron muy buenas las intervenciones de las compañeras en esos espacios, reconociendo que su presencia es el resultado de la lucha de otras mujeres que las precedieron», dijo Florencia, y agregó: «El programa de Rial lo miran muchas mujeres y está muy bueno llegar a ellas con un discurso que las invite a reflexionar sobre su cotidianidad. No es necesario ponerlo a Rial como una figura del feminismo. Es un mero comunicador que entendió el momento y que facilitó un espacio para que nos lo apropiemos».

Las repercusiones de las palabras de referentes como Malena Pichot, Julia Mengolini, la Señorita Bimbo o Luciana Peker en el espacio televisivo que se emite todas las tardes por América TV fueron cuantificables, según cuenta Florencia. «Después de la entrevista de la Señorita Bimbo en el programa de Rial, donde habló sobre el aborto, la palabra misoprostol fue buscada 5.000 veces en Wikipedia. Ese es un logro increíble”.

Batallas ganadas

Si bien ambas reconocen los logros obtenidos producto del compromiso de muchas mujeres, aún queda mucho camino por recorrer en este nuevo modelo de sociedad que se propone. «Ser feminista es luchar contra las desigualdades que crean jerarquías y opresión. Esa jerarquía, básicamente, es de género pero también hay de clase. Por ejemplo, cuando hablamos de despenalizar el aborto, decimos que las mujeres que mueren son las más pobres, porque no tiene recursos» sostiene Loreley, y remarca: «Descubrirme y construirme feminista es una de las mejores cosas que me pasó en la vida, porque a partir de ahí pude cuestionarme todo lo impuesto”.

Para Florencia, «estos últimos años hubo mayor visibilidad de algunas problemáticas como, por ejemplo, los abusos y el acoso. Hemos logrado que algunos varones tengan un cierto temor antes de gritar en la calle o abusar de una mujer. Pero falta mucho, es necesario que la ley de educación sexual integral se aplique en todas las escuelas para poder empezar a cambiar, desde la educación y el lenguaje». Y agregó: «Decirse feministas es también enfrentar contradicciones, momentos en donde nosotras mismas reproducimos ese machismo interno y lo más importante es cuestionarlo”.

El 8M

«El próximo 8 de marzo vamos a parar el mundo. Visibilizar que las mujeres hacemos el trabajo cotidiano y reproductivo en un 76% más que los varones y que ese trabajo que sustenta al capitalismo no está remunerado”, contó Loreley. Y remarcó: “Queremos revolucionar el mundo del trabajo reproductivo, es decir, el trabajo silenciado e invisibilizado. Además queremos ganar lo mismo por el mismo trabajo, sin ningún techo de cristal que nos impida movernos de aquellos lugares que están asignados para las mujeres».

«El ajuste llevado adelante por este gobierno nacional repercute mucho más en la vida de las mujeres. Somos las más precarizadas y desocupadas”, aclaró Florencia.