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China quiere construir una base habitable en la Luna y anuncia el lanzamiento de 6 satélites


China construirá durante los próximos años una base habitable para fines
científicos en la Luna, desde donde se investigará la explotación de
recursos naturales y se recogerá información para posibles misiones
similares en Marte, informó hoy el diario oficial China Daily.
El plan para construir la base lunar fue revelado este martes -en el marco
del Día del Espacio de China- con un video en el que se muestra un
prototipo de la base, con varias cabinas interconectadas, una atmósfera
respirable e instalaciones alimentadas por energía solar.

Si bien no se precisó la fecha en la que esta base estaría operativa, en
comunicados previos las autoridades del país asiático habían manifestado su
intención de enviar astronautas a mediados de la década del 2030.
Por otro lado, el gigante asiático pondrá en órbita «en torno a 2020» una
serie de satélites, entre ellos uno para integrar la misión Smile (que
realiza en conjunto con Europa), que estudia la interacción entre el viento
solar y la mangetósfera terrestre, informó Wang Chi, director del Centro de
Ciencia Espacial de China subordinado a la Academia de Ciencias de China.

El obejtivo de esta misión es estudiar las subtormentas magnetosféricas con
el fin de entender mejor el impacto de las actividades solares sobre el
ambiente de la Tierra y el clima espacial, explicó Wang, citado por la
agencia Xhinua.
La Sonda Einstein también figura entre los nuevos satélites y se dedicará a
descubrir los cuerpos celestiales que emiten rayos X durante los cambios
feroces, así como agujeros negros «dormidos» con breves radiaciones de alta
energía.

Los satélites también incluyen el Observatorio Solar Avanzado Espacial
(ASO-S) y al Monitor de todo el firmamento de la contrapartida
electromagnética de onda gravitacional (Gecam).
El primero ayudará a los científicos a entender la causalidad entre los
campos magnéticos, estallidos y eyecciones de masa coronal, y el segundo
tiene como objetivo buscar señales electromagnéticas asociadas con las
ondas gravitacionales.

En tanto, la Misión de Observación de Ciclo de Agua (WCOM) se convertirá en
el primer satélite del mundo dedicado a ayudar a los científicos a entender
el ciclo de agua en la Tierra por mediciones simultáneas y rápidas de
parámetros clave, como la humedad del suelo, la salinidad del océano y la
evaporación de la superficie del oceano, destacó Wang.
La Exploración de Acoplamiento de Magnetosfera-Ionosfera-Termosfera (MIT)
también está en el grupo de satélites, y se destinará a investigar el
origen de iones de flujo ascendente y su mecanismo de aceleración, así como
a buscar el mecanismo clave para el acoplamiento de la magnetosfera, la
ionosfera y la termosfera.

China emergió en los últimos años como un competidor en la carrera espacial
de la que participan Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, aunque aún
experimenta un desarrollo desequilibrado en la investigación de la ciencia
espacial, la tecnología y la aplicación.
Según la agencia oficial, se espera que los nuevos satélites de ciencia
espacial promuevan el progreso en este campo.
El programa espacial chino mandó su primera sonda lunar, la Chang E 1, en
2007 y en 2013 logró su primer alunizaje con la Chang E 3, ambas misiones
no tripuladas.
A finales de este año tiene previsto lanzar la Chang E 4, bautizada
«Queqiao» (Puente de las urracas, en mandarín), que se convertirá en la
primera nave tripulada en descender en la cara oculta de la Luna.