La panelista de LAM contó que un mensaje a Josefina Silveyra habría desencadenado en la crisis entre los actores
Cuando el domingo de Pascuas Nicolás Cabré quebró el aislamiento social, preventivo y obligatorio para ir al supermercado junto a su hija, Rufina, se encendieron todas las alarmas. Es que el hecho puso en evidencia que Laurita Fernández ya no convivía con él, y así lo confirmó a Ciudad: “Me volví a mi casa porque ya arreglaron el caño de agua que se había roto en el edificio”.
De ahí en más, las especulaciones sobre una fuerte crisis y hasta separación entre los protagonistas de Departamento de soltero se multiplicaron, aunque Laurita le aclaró a Ángel de Brito que, a pesar de la distancia, con Nico seguían juntos. En este contexto, Yanina Latorre lanzó un rumor bomba en Los Ángeles de la Mañana: “Yo tengo el motivo por el cual Laurita habría llamado al plomero y habría apurado el arreglo del caño para volverse a su casa”.
Planteado el panorama, Yanina explicó: “Dos días días antes de abandonar la casa de Cabré para irse a su departamento arreglado, ella encontró un mail de Cabré a su exnovia, Jose Silveyra”. En ese momento, la panelista recordó que el actor y Josefina Silveyra habían terminado su relación dos meses antes de que Cabré se enamorara de Laurita, y acotó: “Fue de esos cortes raros, donde queda un vínculo sexual. Veinte días antes de que salga en los medios que Nico y Laurita estaban teniendo algo, que dicen las malas lenguas que lo filtró Laurita para apurar la situación, él y Jose estaban practicando la vuelta. Entonces, ella se enteró por el Bailando que Cabré y Laurita habrían intimado, se dio por cortada, la pasó mal de verdad y luego se fue del país. Él no habría sido del todo claro con ella”, cerró Yanina Latorre.
“Jose todavía vive afuera del país. Pero se que la cuarentena puso reflexivo a Cabré y le escribió un mail diciéndole que estaba arrepentido. Pero no le pidió de volver, sino que le pidió perdón porque se manejó mal. Nico le dijo a Jose que la quería y que la extrañaba, pero en el buen sentido. Pero Laurita Fernandez vio el mail, llamó al plomero y le dijo ‘arreglame el caño que me vuelvo a casa’”.