Más allá de su reconciliación reciente con el kirchnerismo y cercanía con referentes de ese espacio, el candidato presidencial Alberto Fernández tiene su propio equipo de trabajo y una red de vínculos con dirigentes de distintos sectores que podrían acompañarlo en un eventual gobierno.
Del ala política, sobresale la figura de Santiago Cafiero, nieto del fallecido Antonio Cafiero y líder del Grupo Callao, la usina política que provee programáticamente la plataforma presidencial de Fernández.
De estilo jovial y descontracturado, este politólogo de 39 años coordina los equipos de campaña que funcionan en las oficinas del albertismo en el barrio porteño de San Telmo.
Levantó perfil público durante la campaña, sigue a sol y sombra a su jefe político y no por nada se lo menciona como eventual jefe de Gabinete.
De hecho, el domingo pasado fue uno de los que salió a hablar en el búnker instalado en el centro cultural «C» en Chacarita, mientras se aguardaba la difusión de los resultados oficiales.
Hay otros referentes vinculados al centro de estudios del Grupo Callao como Ana Castellani y Nicolás Trotta, y dirigentes con rodaje político como Guillermo Justo Chaves, Victoria Tolosa Paz, Juan Manuel Olmos, Claudio Ferreño y Fernanda Gil Lozano.
En el plano económico, la voz más autorizada del albertismo es Matías Kulfas, también integrante del Grupo Callao y ex funcionario del Banco Central.
Es un economista de corte heterodoxo pero más moderado que Axel Kicillof, a quien criticó por algunas decisiones en los últimos años del gobierno de Cristina Kirchner: entre otras diferencias, Kulfas cree en un dólar alto y competitivo, y está en desacuerdo con implementar medidas de control al estilo «cepo» cambiario.
Otra economista del think tank albertista es Cecilia Todesca Bocco, ex funcionaria del Banco Central en los tiempos de Mercedes Marcó del Pont.
Como Kulfas, también suena su nombre como posible ministra de Economía en un hipotético gabinete de Alberto Fernández.
En el esquema radial de vínculos del candidato presidencial aparecen por debajo de ellos otros economistas con llegada como Miguel Pesce, Arnaldo Bocco, Miguel Peirano y Emmanuel Álvarez Agis.
En cambio, el que cayó en picada en la consideración es el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen, luego de que éste cuestionara crudamente en televisión a Kicillof, el candidato a gobernador del Frente de Todos.
Por fuera del Grupo Callao, hay un lote de dirigentes políticos que tienen mucha cercanía a Fernández, y que podrían integrar su equipo de Gobierno en el caso de ganar las elecciones.
Algunos lo frecuentan desde la época en que Fernández comandaba el PJ porteño, como el ex titular de la Oficina Anticorrupción Julio Vitobello, el ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdés, el ex secretario de Culto Guillermo Oliveri, y el actual titular del PJ porteño, Víctor Santa María.
En el último tiempo, Fernández incorporó a su círculo a un diputado porteño, el radical kirchnerista Leandro Santoro, uno de los jóvenes en los que el candidato presidencial deposita fuertes expectativas a futuro.
En tanto, dos dirigentes con pergaminos en el peronismo que tienen llegada permanente a Fernández son Felipe Solá y Fernando «Chino» Navarro.
Entre los gobernadores, el que cumplió el rol de representante de Fernández es el tucumano Juan Manzur, muy activo durante el primer tramo de la campaña.