Más de 750 personas fueron detenidas en los violentos disturbios que sacuden al país por quinto día consecutivo
Al menos 45 personas murieron y 757 fueron detenidas hasta ahora en Sudáfrica en los violentos disturbios que sacuden al país por quinto día consecutivo y pese al despliegue de soldados en las provincias afectadas, tras el encarcelamiento por 15 meses del expresidente Jacob Zuma, acusado de desacato, informaron hoy autoridades.
Los incidentes, convertidos en una oleada de saqueos masivos y vandalismo, se concentran en la oriental provincia de KwaZulu-Natal, de donde es originario Zuma y su mayor bastión de apoyo político, y en la populosa Gauteng, donde se encuentran las ciudades de Pretoria y Johannesburgo, la capital económica del país.
«Ningún descontento o circunstancias personales de nuestro pueblo dan el derecho a nadie a saquear, vandalizar y hacer lo que quieran e incumplir la ley», afirmó el ministro de Seguridad, Bheki Cele, en una rueda de prensa en la que informó el arresto de 757 personas en todo el país, reprodujo la agencia de noticias AFP.
Cele, quien es objeto de duras críticas por la incapacidad de las fuerzas de seguridad de prever y manejar la ola de vandalismo, advirtió que los afectados por los incidentes no deben tomar ahora la justicia por su mano.
El presidente Cyril Ramaphosa anunció ayer el envío de tropas para auxiliar a una policía desbordada por los disturbios y para «restaurar el orden». Mientras tanto, el balance de víctimas fatales continúa aumentando.
«La policía descubrió diez cuerpos el lunes por la noche. Estas personas murieron en una estampida», dijo hoy a la prensa el primer ministro David Makhura, precisando que el número total de víctimas fatales en la provincia de Gauteng se eleva a 19.
Otras 26 personas murieron en la provincia oriental de Kwazulu-Natal, informó más temprano el jefe de Gobierno provincial, el premier Sihle Zikalala. A ellas se añaden seis de zonas cercanas a Johannesburgo, informó anoche Ramaphosa.
Los primeros incidentes, con rutas bloqueadas y camiones incendiados, se produjeron el viernes, al día siguiente del encarcelamiento de Zuma, condenado a una pena de 15 meses de prisión en firme por desacato a la justicia. Los hechos de violencia se propagaron luego durante el fin de semana en la aglomeración de Johannesburgo.
Los incidentes continuaron anoche, especialmente en Soweto, inmenso township (áreas desfavorecidas reservadas a personas «no blancas») al oeste de Johannesburgo. Cele aseguró que la policía garantizaría que la situación «no se deteriore aún más», aunque mientras tanto continuaban los saqueos de tiendas en Johannesburgo y Pietermaritzburgo, la capital de la provincia de Kwazulu-Natal.
Hoy temprano, decenas de mujeres -algunas vistiendo saltos de cama-, hombres y niños irrumpieron en las cámaras frigoríficas de la carnicería Roots en la plaza Diepkloof de Soweto y salieron de ellas con pesadas cajas de carne congelada sobre sus hombros o cabezas.
Un único custodio privado permaneció en el lugar mientras intentaba comunicarse por teléfono, presuntamente para pedir refuerzos. La policía recién llegó unas tres horas más tarde y disparó balas de goma.
Zuma, de 79 años y presidente entre 2009 y 2018, fue condenado por desacato a la justicia a fines de junio por el Tribunal Constitucional. Ayer, este tribunal celebró una audiencia de diez horas de duración en la que los abogados de Zuma pidieron que se revea la sentencia. La corte se reservó su respuesta para una fecha posterior no precisada.
Los disturbios se producen, además, en el peor momento de una agresiva tercera ola de casos de Covid-19 en el país, que es el más golpeado por la pandemia de toda África, con unos 2,2 millones de contagios y unas 64.000 muertes.