César Luis Menotti y Lionel Andrés Messi no solamente son referencias del seleccionado argentino en distintos períodos de su historia, sino también, obviamente mucho más el segundo que el primero, en Barcelona, pero sin embargo nunca se habían cruzado en sus vidas, y que hoy se hayan conocido en un sitio emblemático como el predio de AFA, es un hecho que excede la coyuntura y puede ser el puntapié inicial hacia un futuro mejor, en lo simbólico pero también en lo fáctico.
A Menotti y Messi los une la pelota y los separa casi medio siglo, el que va del 22 de octubre de 1938, cuando nació el Flaco (aunque su documento diga que fue el 5 de noviembre), hasta el 24 de junio de 1987, el día que la Pulga llegó al mundo.
A Menotti y Messi los une el lugar de nacimiento, Rosario, y el afecto que por él tienen, y los separa el amor por sus clubes de origen: el Flaco es de Central y Lío de Newell’s.
A Menotti y Messi los une la primera sílaba de sus apellidos y la última letra, y los separa la cantidad, ya que el del Flaco tiene siete y el de Lío, cinco.
A Menotti y Messi los une el mes y casi hasta el día que debutaron en el seleccionado argentino, ya que el primero lo hizo el 15 de agosto de 1962 ante Uruguay y el actual capitán el 17 de ese mes frente a Hungría, y los separa su gestión en esos juegos, ya que el Flaco fue titular y Lío ingresó en el segundo tiempo por Lisandro López, pero duró apenas 47 segundos en la cancha, porque fue expulsado por golpear con el antebrazo derecho a un rival.
A Menotti como entrenador y a Messi como futbolista los une el club en el que comenzaron sus recorridos, Newell’s, el primero como sucesor del Gitano Miguel Antonio Juárez y el ahora capitán de Barcelona en las infantiles, y los separa el recorrido posterior, ya que el Flaco pasó por varias instituciones y Lío siempre le fue fiel al gigante catalán.
A Menotti y Messi los une el liderazgo que ejercieron y ejercen en el seleccionado argentino y en los clubes, y los separa la forma en que lo ponen de manifiesto, el Flaco desde su verba florida, seductora y convincente, y Lío desde la gestualidad silenciosa y el perfil bajo.
A Menotti y Messi desde hoy los une el seleccionado argentino y los sueños compartidos entre el joven y el veterano al que hoy le bastaron 10 minutos de charla para que todos los futbolistas citados por Lionel Scaloni para la Copa América de Brasil lo aplaudieran. No se sabe lo que les dijo, pero considerando las ideas del Flaco, no es demasiado difícil imaginarlo. Y si Lío hubiese llegado a tiempo, seguramente también habría batido palmas. En este punto, nada los separa.