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«Volví a Newell’s para ganar la Copa Sudamericana y retirarme en el club»


Pablo Pérez, que en agosto cumplirá 35 años, se puso un objetivo antes de dejar el fútbol. "Quiero levantar otra copa con el club", dijo en una entrevista con el diario La Capital

Pablo Pérez tuvo recientes pasos por Boca e Independiente en los que no pasó desapercibido, pero ahora a los 34 años, su vida, como al principio de su carrera, se vestirá de rojo y negro, porque acaba de regresar a «su» Newell’s con dos objetivos: «ganar la Copa Sudamericana» y después retirarse «en el club».

«Quiero levantar otra copa con este club y a mí me gusta apuntarle a lo más difícil y en este momento lo más complicado es ganar la Sudamericana. Si todo se da bien y volvemos con la misma mentalidad competitiva con la que nos fuimos, no tengo dudas de que vamos a pelearla contra los equipos de los distintos países que enfrentemos», le confió al diario La Capital. «Tenemos plantel, hay un gran grupo y convencimiento para ganar cosas».

«Volví para eso y para retirarme en Newell’s. Quiero irme del fútbol con esta camiseta, algo que siempre tuve claro cuando estaba jugando en otros clubes. Por eso hoy extraño ir al entrenamiento, el césped, estar con los compañeros, la convivencia sana con el grupo cuando esperamos un partido el fin de semana. Las charlas en el vestuario, levantarte a la mañana y saber que vas a estar con la gente que querés y empezás a preparar un partido. Eso es lo que más cuesta asimilar en esta cuarentena», dijo.

Pérez, que el 10 de agosto cumplirá 35 años, verificó que cuando un jugador está 15 o 20 días de vacaciones «no pierde técnica, pero ahora, después de tanto tiempo sin entrenar sí se pierde técnica, visualización y panorama de juego, además de estado físico. Por eso cuando se decida volver vamos a necesitar mínimo dos meses para recuperarnos y trabajar en la prevención de lesiones».

«Por suerte al retornar me encontré con un Newell’s organizado, con un equipo competitivo, dinámico y que sabe muy bien hacia donde apunta, con buenas instalaciones para los profesionales pero también para las inferiores, ya que a los chicos no les falta nada. Y encima ellos tienen la fortuna de que volvió al club Jorge Griffa, que es un maestro y un lujo para la institución», puntualizó.

«Este es un equipo que tiene muy claro el objetivo. Cuando llegué enseguida noté que todos estaban comprometidos con la meta que se habían fijado, desde el más pibe hasta el más experimentado como Maximiliano Rodríguez. Eso me puso muy feliz. Cuando uno está en otro equipo no lo puede percibir porque no está en el día a día. Pero a la primera semana que llegué y compartí con el grupo, me di cuenta de que venía a un plantel muy bien comandado por un técnico como Frank Kudelka», refirió.

Kudelka fue técnico de Unión cuando Pérez pasó por ese club y sabe de sus apuestas por los jóvenes. Dentro de ese aspecto, Pérez resaltó a tres futbolistas con «proyección internacional como Brian Rivero, Aníbal Moreno y Jerónimo Cacciabue. Y también me sorprendió mucho Nicolás Castro. Son cuatro jugadores con distintas características, pero con mucho potencial cada uno. Tienen que ponerse como objetivo jugar en Europa, pero antes deben aprovechar este momento que están viviendo en Newell’s».

«Ahora solamente falta que vuelva (Ignacio) Scocco. Cuando yo estaba en Boca y él en River siempre en la previa de cada partido nos decíamos que íbamos a volver juntos a Newell’s. Bueno yo ya volví, ahora le falta a él. Tiene que tomar una decisión compleja porque está en un club donde pelea campeonatos. Sería un gusto tenerlo con el 32 en la camiseta como antes, porque ‘Nacho’ es un querido amigo y una gran persona», destacó finalmente Pablo Pérez, el que está de regreso en su casa.