El grupo que ofrece sus tareas de manera desinteresada en el hospital de niños de la zona sur regresó al 100% tras dos años de límites por protocolos. CLG habló con Cecilia, referente del voluntariado
Por Gonzalo Santamaría
El comienzo de este 2022 trajo consigo una merma en la situación sanitaria de Argentina, lo que permitió que muchas actividades regresen a sus tareas habituales. Entre ellas, una que no se llevó la cantidad de luces fue la de los grupos de voluntariados como el del Hospital Víctor J. Vilela, en la zona sur de Rosario. Allí, más de 50 mujeres trabajan en doble turno para asistir a los niños y niñas que llegan al nosocomio. CLG habló con Cecilia Forniglia, referente de las voluntarias, sobre el trabajo que llevan adelante.
“Este año venimos bastante bien, tenemos muchas ganas de volver a la normalidad ya que aflojó el tema del coronavirus”, dijo en sus primeras palabras la voluntaria y confió: “Nosotras no veíamos la hora de compartir y estar con los niños, que fue lo primero que nos sacó la pandemia”.
Durante 2020, el servicio siguió funcionando con sólo 8 voluntarias debido a los protocolos; ahora, dos años después, regresaron la mayoría y la alegría de volver está en las palabras de Cecilia: “Queremos seguir trabajando, estar cerca de los chicos”.
Forniglia adelantó que tienen “muchas ideas” para llevar adelante, pero que por protocolos y por el momento, sólo le permiten “tener un contacto más cercano” con los pacientes.
La voluntaria contó que el voluntariado se está “reorganizando” y que por eso no abrieron la convocatoria a nuevas voluntarias para que se sumen en este 2022.
https://www.instagram.com/p/CbhnLKNLFmZ/
En la actualidad, las voluntarias terminaron la campaña de los alfajores que “fue excepcional”, por lo que adelantó que habrá una segunda edición en los próximos meses. De todas formas, Forniglia aseguró: “Necesitamos pinturitas, hojas para pintar, juguetes, rompecabezas, juegos de mesa” para poder compartir con los chicos que llegan a la sala de juegos o los internados en sus habitaciones.
Por otra parte, el hospital Vilela tiene calificación de Tercer Nivel, a la altura del Garraham de Buenos Aires, por lo que recibe a los niños que sufrieron balaceras, golpes, abusos o son víctimas de las adicciones. La voluntaria se lamentó porque “cada vez se ve más y cada vez estamos padeciendo más esto, se ve afectada fuertemente la infancia. No sólo a los pequeños, también a los adolescentes”.
“No se habla de la violencia al niño y del maltrato infantil, nosotras lo vivimos día a día y siempre nos llaman pidiendo una muda de ropa para un chico en estas situaciones. Lamentablemente no se toma cartas en el asunto y cada día vemos más problemas sociales”, remarcó Cecilia con un pesar que le cortaba la voz.
Asimismo, arremetió: “Son chicos con 3 o 4 años jugando en la vereda y terminan baleados, te ponés a pensar y se te vuela la cabeza”.
https://www.instagram.com/p/CXgHtQMNGf_/
Fornaglia terminó en diciembre su jefatura en el Voluntariado que la vio llegar en 2010. “Fueron 12 años maravillosos, lo disfruté muchísimo, estaba muy cansada, pero siempre voy a seguir, mi corazón está en el Vilela. Gané muchísima experiencia y viví momentos muy gratificantes y otros no tanto. Agradecida a la vida que pude estar y al voluntariado lo dejé en muy buenas manos”.
Hoy, la Jefatura de las voluntarias del Hospital Vilela quedó a cargo de Mariela Demetrio, que hace 8 años recorre los pasillos del nosocomio como voluntaria. “Por supuesto siempre hay cosas por hacer, el niño te da y te invita a hacer un montón de cosas”, manifestó y reiteró: “Está en buenas manos el voluntariado”.