El grupo de Damas Rosadas le da libros a los pacientes pediátricos con el objetivo de incentivar la lectura desde temprana edad. CLG habló con Mirta, referente del voluntariado
El trabajo de las Voluntarias del Hospital de Niños de Zona Norte de Rosario es incansable. Ni la pandemia pudo detener el amor y empeño que le ponen las Damas Rosadas a su lugar en el nosocomio de avenida De Los Trabajadores 1331. Durante más de un año y medio se adaptaron a las nuevas disposiciones sanitarias, y entre sus campañas están incentivando a los pacientes pediátricos a la lectura a temprana edad. CLG diálogo con Mirta Acosta, una de las referentes del grupo de mujeres que se desempeña en hospital: «Esto lo empezamos a hacer ahora, ya que nos queríamos aggiornarnos a las nuevas disposiciones de la pandemia. Salimos un día y nos dimos cuenta que era muy bien recibido tanto por niños como por mamás».
La campaña, contó Acosta, se inició con la idea de que los niños y niñas dejen de lado la tecnología y no pasen tanto tiempo con el celular para que «puedan leer y ver los dibujos». La mujer relató situaciones donde menores «salieron llorando» del hospital luego de recibir una vacuna o una extracción de sangre y «esto le hace muy bien y les saca una sonrisa».
«Es una satisfacción muy grande, hasta las mismas mamás colaboran mucho», agregó Acosta y llamó a la comunidad a donar libros nuevos o usados en buen estado.
Se reciben los libros en el Hospital de lunes a viernes de 9 a 11 o bien comunicarse al 3416027529 para coordinar la entrega.
El pedido llega porque el «stock se va agotando ya que entregamos 250 libros en un mes», planteó Mirta Acosta.
En ese sentido, reconoció que «empezamos despacio y nos dimos cuenta que realmente entusiasma y atrae a los chicos» y que todo comenzó con «la idea es entusiasmarlo por la lectura ya que enriquece en todos los campos, incentivarlo desde chiquitos es muy importante».
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Ese comienzo, aseguró Mirta, llevaba dudas «porque el chico muchas veces no se quiere separar del celular, pero no, buscan el librito y la recepción fue maravillosa mucho más de lo que pensábamos».
«Incluso le damos a las mamás de los bebés para que se lo puedan ir leyendo, eso es un vínculo maravilloso que se crea», añadió la mujer.
Por último, Acosta contó que la entrega de libros se hacía desde hace varios años con los niños hospitalizados y antes de la pandemia existía un grupo de mujeres que se acercaban a leerle a los pacientes. «Además teníamos una biblioteca ambulante en la sala de espera para entretener a los chicos», pero esto dejó de realizarse por protocolos por eso, nació esta campaña de entrega de libros.