Volkswagen anunció el jueves que en 2019 dejará de producir definitivamente a su mítico «Escarabajo», con dos últimos modelos para «celebrar la rica herencia» de un coche que marcó la historia del automóvil.
Los curvilíneos sedán, que se dejaron sus orígenes nazis para convertirse en un fenómeno automovilístico mundial, están siendo dejados de lado, mientras Volkswagen se concentrará en vehículos más grandes y en coches eléctricos.
«La pérdida del Escarabajo luego de tres generaciones y cerca de siete decenios, debería provocar una variada gama de emociones entre sus numerosos devotos», dijo Hinrich Woebcken, CEO de Volkswagen América del Norte.
No obstante, el ejecutivo dejó abierta la puerta a una resurrección del Escarabajo. «Nunca digas nunca», afirmó.
Volkswagen planea ofrecer dos modelos finales; uno cupé y otro convertible. Ambos tendrán rasgos que evocarán versiones previas y un precio de 23.305 dólares o más, dijo la empresa.
El popular auto debutó en el mercado estadounidense a comienzos de la década de 1950 y se popularizó masivamente con la película de Disney «The Love Bug» estrenada en 1968.
El ícono de los 60
El «Beetle», como se denomina en inglés, dejó de venderse en Estados Unidos en 1979 pero siguió siendo fabricado en México y Brasil, según la publicación Car and Driver.
Volkswagen, lo hizo reaparecer en Estados Unidos en 1997 y lo presentó el «New Beetle».
No obstante, la historia del coche arranca en la era nazi. El primero fue desarrollado por el ingeniero austríaco Ferdinand Porsche con el respaldo de Adolf Hitler.
Andy Warhol hizo impresiones con el auto y un «Beetle» también fue el automóvil más prominente en el fondo de «Abbey Road», el último álbum de los Beatles que se grabó.
Las ventas del Escarabajo cayeron 3,2% a 15.667 en 2017 en Estados Unidos, una fracción de las ventas de los sedan Jetta y Passat.
En el Salón del Automóvil de Detroit en enero, el fabricante de automóviles alemán dio a conocer una versión renovada del Jetta y también reveló el Atlas, un nuevo SUV mediano.
Volkswagen continúa lidiando con las consecuencias del escándalo «dieselgate» que estalló en septiembre de 2015.
La compañía, que ya pagó costosos acuerdos gubernamentales, está luchando miles de millones de dólares en reclamos adicionales presentados por accionistas.
Esas demandas se deben a que las acciones de Volkswagen cayeron en picada después de que las autoridades castigaron a la empresa por haber instalado en millones de vehículos dispositivos que falseaban las emisiones de gases contaminante y las hacían parecer en los niveles tolerados.