Opinión

Vivir con VIH es más que tomar unas pastillas por día


Por Gonzalo Valverde, tiene 29 años, recibió su diagnóstico de VIH en abril del 2013 y es coordinador del área nacional de incidencia política de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP).

Este 1 de diciembre se conmemora un nuevo Día Internacional de Acción en Respuesta al VIH. Este día nuestros diagnósticos salen del clóset y del silencio para ponerse en agenda.

Soy uno de las más de 139 mil personas que vivimos con VIH en todo el país. Soy un joven cordobés que cada 1° de diciembre veo cómo médicos o funcionaries hablan sobre nuestro virus, explicando qué es, cómo se transmite y la importancia de usar preservativo para prevenir nuevas transmisiones, así como hacerse el test para detectarlo. ¿Y los derechos y realidades de quienes ya vivimos con VIH?

Año tras año seguimos visibilizando nuestra voz, nuestras vivencias entendiendo que no somos solo un número de un boletín epidemiológico. Incluso, en medio de una nueva pandemia, el VIH que transita nuestros cuerpos quedó aún más invisibilizado. Atravesamos problemas de acceso a la atención médica, a la medicación, a controles periódicos.

Pero también, sabemos que vivir con VIH hoy es mucho más que tomar unas pastillas por día. ¿Cómo podemos tener una buena calidad de vida si muches no tenemos trabajo, trabajamos de forma precarizada o si se siguen realizando test de VIH en los preocupacionales para acceder a un trabajo pese a la resolución ministerial que lo prohíbe?

Aún existe estigma y discriminación social hacia nosotres: vínculos sexo-afectivos que nos rechazan “por miedo”; invisibilización hacia quienes nacieron con el virus; situaciones de violencia hacia mujeres seropositivas; personas que hablan de nuestros diagnósticos sin consentimiento; el uso incorrecto de términos cuando nos llaman “portadores”, “enfermos” o hablan de sida y VIH como sinónimos.

Es en este contexto, que nuestra voz sigue insistiendo en que se terminen los silencios. Es urgente la implementación de la Educación Sexual Integral que contemple nuestras vivencias para la prevención pero también para terminar con la discriminación. Es urgente también que se conozca que hay personas que no transmitimos el VIH por vía sexual si tomamos nuestros tratamientos y tenemos el virus a niveles indetectables. Por eso decimos Indetectable=Intransmisible y, para que el mensaje se viralice, impulsamos la campaña “I=I de Ushuaia a la Quiaca”.

Pero más urgente aún es actualizar la Ley Nacional de Sida, que data de 1990 y cuenta con un enfoque biomédico. Por eso, desde el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH presentamos en el Congreso, por tercera vez, un proyecto que armamos colectivamente. Proyecto presentado con la firma de diputades de distintos bloques. Necesitamos una nueva Ley Nacional de Respuesta al VIH, las Hepatitis Virales, la Tuberculosis y las ITS que contemple todos nuestros derechos como derechos humanos.

Pero también y especialmente, hace más de 30 años que esperamos por la cura. ¡Queremos la cura ya! No solo la cura biomédica, sino también la cura social para que se termine con el estigma y la discriminación hacia las personas que lo único que nos diferencia es nuestro diagnóstico.