Cristian Scigliano fue hallado culpable de "homicidio agravado por odio a la identidad de género y su expresión y por haberlo cometido un hombre contra una mujer mediando violencia de género en grado de tentativa"
Un hombre fue condenado hoy a la pena de 14 años y seis meses de prisión por intentar matar a una mujer trans en agosto de 2019, en el barrio porteño de San Nicolás.
La condena fue dictada este viernes por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº5, integrado por la jueza Fátima Ruiz López, y los jueces Adrián Perez Lance y Enrique Gamboa, quienes darán a conocer los fundamentos del fallo el próximo 6 de abril.
De acuerdo al veredicto, y según informó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, Cristian Scigliano fue considerado responsable por los delitos de «homicidio agravado por odio a la identidad de género y su expresión y por haberlo cometido un hombre contra una mujer mediando violencia de género en grado de tentativa» y también de «hurto calamitoso».
La presidenta del tribunal comunicó que Scigliano tiene prohibido contactar a la víctima telefónicamente, por correo electrónico, mensaje de texto, redes sociales o cualquier otro medio, y tampoco tiene permitido contactarla por intermedio de otra persona.
Cuando dijo sus últimas palabras ante el tribunal, el hombre sostuvo que no odiaba a la damnificada: «No soy capaz de hacer una cosa así, no sé por qué me acusan de tantas cosas».
El fiscal Juan Manuel Fernández Buzzi, quien estuvo a cargo de la investigación había solicitado 20 años de prisión para el acusado.
El hecho ocurrió 14 de agosto de 2019, cuando Scigliano ingresó a la vivienda de la víctima con la excusa de terminar unos arreglos que había comenzado a hacer en el baño.
El ahora condenado había conocido a la víctima un tiempo antes porque ella era trabajadora sexual y habían retomado el vínculo por redes sociales.
El día del hecho, el hombre llegó al departamento cerca de las 20.00 luego de un intercambio de mensajes donde él insistía para ir y ella se negaba, aunque finalmente aceptó.
Según se determinó en la investigación, en un momento, la mujer trans ingresó al baño y recibió una descarga eléctrica por un cable que el acusado había dejado allí.
Scigliano aprovechó que cayó al suelo y la golpeó con sus puños y con un martillo.
Además, el hombre le rompió la ropa que tenía puesta, intentó asfixiarla y después la llevó hacia la ventana e intentó arrojarla por el balcón.
Durante el juicio, la víctima contó las lesiones gravísimas que sufrió en su cabeza, la internación y la operación por la que tuvo que pasar, además de la deformación que tuvo en el rostro, lo cual afectó su integridad.
La mujer también mencionó el cuadro de estrés post traumático que sufrió y las graves afectaciones que padece hasta ahora.
Tras el violento ataque, el hombre se fugó, y fue detenido un mes después en la ciudad bonaerense de Verónica.
«Los homicidios por odio no son cualquier homicidio: están dirigidos a un grupo muy vulnerable y no se han visto reconocidos históricamente ni social ni policial ni judicialmente como hechos de gravedad», había dicho el fiscal durante su alegato.
Y agregó: «Estos hechos son graves no solo por la afectación a la vida que puedan tener sino porque van contra la identidad de género, contra la libertad de una persona de ser quien se siente que es».