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Villa Gobernador Gálvez: dictaron la conciliación obligatoria en el conflicto del frigorífico Euro


Foto: Juan José García

Intervino el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. La medida estará vigente por 15 días, por lo que retrotraen los despidos

El Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe dictó este miércoles la conciliación obligatoria en el conflicto desatado por el despido de 70 trabajadores del frigorífico Euro, ubicado en Villa Gobernador Gálvez. La medida, que estará vigente por 15 días hábiles, obliga a la empresa a retrotraer las cesantías y garantizar la reincorporación de los empleados afectados mientras se desarrolla una instancia de negociación.

El delegado del Sindicato de Industrias de la Carne en Euro, Walter Navarro, señaló que los despidos fueron notificados de manera informal, a través de mensajes por WhatsApp, y calificó la situación como «arbitraria». Según el gremio, el frigorífico ya había reducido su plantilla en los últimos meses con retiros voluntarios, pasando de más de 400 empleados a los actuales 270.

El Ministerio fijó una nueva audiencia para el próximo 28 de enero, donde se evaluará la evolución del conflicto. Mientras tanto, la firma deberá abonar los salarios adeudados y garantizar el retorno a las actividades laborales de los trabajadores despedidos.

Contexto de crisis en el sector

El frigorífico argumenta que la situación responde a una «crisis» en la industria, marcada por un fuerte descenso del consumo de carne vacuna en el mercado interno. Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), el consumo por habitante cayó un 11,1% en 2024, alcanzando su nivel más bajo en 28 años. No obstante, las exportaciones del sector mostraron un crecimiento.

Esta problemática no es exclusiva de Euro. A principios de diciembre, otro frigorífico, Rafaela, despidió a 60 trabajadores en su planta de Casilda.

El intendente de Villa Gobernador Gálvez, Alberto Ricci, expresó su preocupación por la pérdida de empleos en la ciudad, recordando los altos índices de desocupación que marcaron la década del 90. «Perder fuentes de trabajo es muy doloroso, y lamentablemente no hay empresas capaces de absorber la mano de obra que queda en la calle», subrayó.

La conciliación obligatoria abre una ventana para la negociación entre las partes, mientras el gremio insiste en la reincorporación de los trabajadores afectados y en la necesidad de medidas para fortalecer el empleo en el sector. El 29 de enero será clave para definir el futuro de las familias afectadas y del frigorífico en una industria que enfrenta desafíos económicos y sociales.