Se trata de un hombre de oriundo de Londres. La primera persona que se había curado es de Berlín, Alemania
Los avances de la medicina a nivel mundial tienen mucha notoriedad, y los progresos para hallar una cura para el VIH no son la excepción. Un año atrás, tuvo gran eco la noticia de un hombre con VIH que, tras sufrir un cáncer, se había sometido a un trasplante de células madre de la médula ósea y parecía haberse curado de ambas enfermedades.
Este hecho avivó la esperanza de que era posible encontrar una cura para este virus. A pesar de ello, los científicos pedían cautela e insistían que todavía era pronto para hablar de curación.
Hoy, después de que el hombre de Londres, Inglaterra, lleve 30 meses sin tomar tratamiento antirretroviral y sin signos detectables del virus en el cuerpo, los investigadores consideran que se ha curado.
De esta manera, se convierte así en la segunda persona en el mundo en haber logrado eliminar el VIH, después de que un primer sujeto, de Berlín, Alemania, hace 12 años se sometiera también al mismo proceso y se curara.
El tratamiento antirretroviral es esencial para mantener la infección de VIH bajo control: reduce la concentración de virus en el organismo y el riesgo de transmisión; e impide que la infección por VIH acabe provocando SIDA, la enfermedad. Cuando una persona portadora del VIH interrumpe el tratamiento, el virus rebrota en las primeras cuatro semanas.
El paciente de Londres, el segundo caso de persona con VIH curada, se llama Adam Castillejo, tiene 40 años y el lunes decidió hacer pública su identidad en una entrevista con el The New York Times, donde reveló que había convivido con el VIH desde 2003. En 2012 le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta a las células del sistema inmunitario, y en 2016 se sometió a un trasplante de células madre. Aquí la clave está en que los médicos eligieron a un donante con la mutación CCR5 Delta 32, que protege de forma natural frente al VIH puesto que impide la entrada del virus a las células diana del VIH, los linfocitos T CD4, un tipo de glóbulo blanco, según publicó La Vanguardia.
Dieciséis meses después, los médicos decidieron interrumpir el tratamiento retroviral y en marzo de 2019, llevaba 18 meses sin virus detectable en sangre. Entonces era el segundo caso de remisión a largo plazo.
Ahora, 30 meses después y coincidiendo con la celebración de la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunísticas, el congreso mundial más importante sobre sida, que debía celebrarse estos días en Boston (EE.UU.) pero que debido a la Covid-19 tiene lugar de forma virtual, los investigadores han anunciado que la carga viral en sangre continúa indetectable, también en líquido cerebro-espinal, tejido intestinal y linfático, y semen.
Los científicos sí han detectado pequeñas señales de virus en tejidos linfoides; se trata de fragmentos del virus y no del genoma entero, por lo que “no es probable que sea capaz de generar una nueva partícula viral e infecte de nuevo el cuerpo del paciente”,
Este tipo de trasplantes de células madre propias manipuladas mediante ingeniería genética abre la puerta a hallar nuevos tratamientos de cura del VIH. En el futuro, inciden los investigadores, podría ser una terapia con aplicabilidad a gran escala, cuando la tecnología se abarate. En este sentido, por ejemplo, la Fundación Bill y Melinda Gates, una de las mayores fundaciones filantrópicas del mundo, tiene un programa de terapia génica aplicado al VIH que quiere implementar en países en vías de desarrollo.