El joven de 20 años, que fue abatido por la policía, era originario de Macedonia del Norte con nacionalidad austríaca
La policía austriaca realizó 18 redadas y arrestó a 14 personas tras el tiroteo perpetrado ayer en Viena que dejó al menos cuatro muertos, cuyo autor es un joven macedonio-austríaco simpatizante de ISIS y no existen pruebas de la presencia de otro atacante, informaron hoy las autoridades.
El «ataque terrorista», según palabras del canciller Sebastian Kurz, tuvo lugar en pleno centro de la capital austriaca, cerca de una gran sinagoga y de la Ópera.
En esa zona un joven armado con un fusil de asalto AK-47 Kalashnikov empezó a disparar contra las personas que se encontraban en la calle antes de recibir un disparo de la unidad especial WEGA, indicaron medios locales.
Una gran parte del centro de Viena fue acordonada hoy, mientras en los lugares del crimen, agentes de la policía científica levantaron pruebas.
Los investigadores multiplicaron el martes las operaciones, con 18 redadas y 14 detenciones, precisó el ministro del Interior, Karl Nehammer, a la agencia de prensa austriaca APA.
Pero según el funcionario, el material audiovisual examinado por la policía «no muestra hasta ahora pruebas de que hubiera un segundo atacante». Anteriormente había asegurado que al menos otro sospechoso estaba huido.
El agresor fue identificado hoy como Kujtim Fejzulia, de 20 años, originario de Macedonia del Norte aunque también poseía la nacionalidad austriaca, precisó Nehammer a APA.
Había sido condenado en 2019 a 22 meses de cárcel por haber intentado viajar a Siria para unirse al grupo Estado Islámico (EI).
El gobierno austriaco indicó con anterioridad que el hombre, armado con un fusil de asalto y un falso cinturón de explosivos, era «simpatizante» de la organización terrorista ISIS, según las pruebas recabadas en su domicilio.
Austria decretó tres días de luto nacional tras lo que el canciller Kurz calificó de «repugnante ataque terrorista», indicó la agencia de noticias AFP.
Los habitantes de Viena, aún aturdidos, olvidaron incluso el reconfinamiento que entró en vigor hoy para frenar la pandemia de coronavirus.
El rabino de la comunidad judía de Viena, Schlomo Hofmeister, dijo estar «preocupado» por si el ataque estaba vinculado a la sinagoga.
«Ninguna prueba lo confirma pero no podemos descartarlo», confesó a la agencia AFP.
Entre las cuatro víctimas mortales hay un hombre y una mujer ancianos, un joven transeúnte y una camarera, precisó el canciller Kurz. Además, hay unas 15 personas hospitalizadas, siete de ellas en estado grave, según la asociación de hospitales de Viena.
Policías y soldados fueron desplegados para proteger edificios importantes de la capital, y los niños no fueron hoy a la escuela.
«No nos dejaremos jamás intimidar por el terrorismo y combatiremos estos ataques por todos los medios», afirmó Kurz en Twitter.
Estos ataques ocurren en medio de una gran tensión en Europa, focalizada hasta ahora en Francia, donde tres personas fueron asesinadas el jueves en un ataque con cuchillo en una basílica en Niza por un joven tunecino.
Unos días antes, un profesor, Samuel Paty, fue decapitado a las afueras de París, tras haber mostrado caricaturas de Mahoma durante una clase sobre la libertad de expresión.
En ese marco, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó el apoyo de su país a Austria.
«Europa está de luto porque uno de nosotros fue duramente golpeado por el terrorismo islámico; pensamos en las víctimas, sus familias, las vidas destruidas; Francia está al lado de Austria y dispuesta a apoyarla», dijo Macron en Twitter.
Unos 150 ciudadanos de Macedonia del Norte se unieron a las filas islamistas entre 2012 y 2016 para combatir en Irak y en Siria, un flujo de salidas que bajó desde 2016.
La mayoría de estos ciudadanos fueron reclutados entre la minoría albanesa musulmana, una comunidad principalmente moderada que representa una cuarta parte de los 2,1 millones de habitantes de Macedonia del Norte, país de mayoría eslava ortodoxa.