Desde que se comenzaron a registrar los eventos en estas especies en el año 2013, se ha incrementado significativamente la cantidad de denuncias
El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires difundió una serie de recomendaciones y cuidados por casos de triquinosis, ante la llegada del invierno, estación en la que más aumenta el consumo de chacinados y carne de cerdo.
Según cifras que difunde el Colegio, tomando un informe del Senasa, en el período 2010-2019 se registraron 509 protocolos emitidos para la enfermedad trichinellosis y Buenos Aires fue la provincia con mayor cantidad de focos con un total de 274 (57%) con mayoría de focos en cerdos domésticos.
En este sentido, señalaron que si bien el cerdo es el que se encuentra involucrado con mayor frecuencia en los brotes humanos, también se registran brotes por carnes de animales silvestres consumida generalmente en forma de chacinados y embutidos sin control bromatológico o carne fresca insuficientemente cocida.
En este caso, las notificaciones de trichinellosis silvestre fue del 18% respecto a la totalidad de las notificaciones en general. Desde que se comenzaron a registrar los eventos en estas especies en el año 2013, se ha incrementado significativamente la cantidad de denuncias.
«La triquinosis es una enfermedad parasitaria que se transmite al consumir carne infectada con larvas del parásito del género Trichinella spp», señalaron las autoridades del Colegio de Veterinarios bonaerense.
En el hombre se puede cursar en forma asintomática o presentar síntomas similares a los de una gripe con fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, edema, picazón de párpados y episodios gastrointestinales como diarrea y vómitos. En caso de infección grave, «puede presentar alteraciones cardíacas, respiratorias y trastornos en la locomoción, mientras que en el cerdo, no se presentan síntomas», comentaron.
En Argentina la triquinosis es una enfermedad endémica con focos distribuidos en varias jurisdicciones que coincide con la distribución de la producción porcina. Asimismo, «la estacionalidad de la enfermedad es muy marcada, por lo que es importante ser conscientes al momento de la producción y el consumo», señalaron desde la Comisión de Inocuidad Alimentaria del Colegio de Veterinarios Bonaerense.
Al igual que en los animales, la trichinellosis en humanos es un evento de notificación obligatoria. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, entre los años 2014- 2019, se notificaron 5875 casos al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0).
«Los veterinarios como Agentes de Salud, debemos bregar por buenas prácticas de producción porcina», dijeron los referentes de CVPBA, y explicaron que «el trabajo en conjunto con todos los actores involucrados en la cadena de notificaciones permite poder llegar al origen del foco animal y de esta manera poder evitar que se afecten más personas».
Por otro lado, resaltaron que «en nuestro continente, la principal causa de contagio está relacionada a los cerdos alimentados en basurales, con desperdicios o restos de alimentos donde habitan roedores. Las personas la contraen cuando consumen carne de cerdo, chacinados o embutidos, en la mayoría de los casos de elaboración casera, sin haber realizado los controles sanitarios correspondientes».
«Es necesario que la población tome conciencia de que esta enfermedad puede prevenirse con medidas de fácil adopción», dijeron y apuntaron: «Comprar chacinados en establecimientos habilitados y no en lugares informales, verificar que tengan una etiqueta que certifique su origen y cocinar correctamente la carne».
También, precisaron que la sal, o la cocción de microondas no mata al parásito y que, ante presencia de síntomas luego de consumir productos de dudosa procedencia, hay que dirigirse a un centro de salud.
En tanto, para los productores, aconsejaron mantener los establecimientos en buenas condiciones higiénicas, combatir los roedores, eliminar la basura y alimentar adecuadamente a los animales.