Ambos son considerados como drogas, por lo tanto el cuerpo los metaboliza de manera similar. ¿Cuáles son los efectos adversos?
Ambos son considerados como drogas, por lo tanto el cuerpo los metaboliza de manera similar. ¿Cuáles son los efectos adversos?
Beber alcohol mientras se toman medicamentos es un riesgo. El alcohol y los fármacos comparten el mismo camino metabólico en el cuerpo humano. Por eso, es importante conocer cuáles son los posibles efectos adversos de hacerlo.
Un informe de la página «Mejor con Salud» indica que el alcohol es una droga, al igual que los fármacos. Por ende, tienen un punto en común ineludible y es la forma en la que el cuerpo humano procesa y elimina ambos.
El alcohol y muchos medicamentos ingresan al cuerpo por la boca, se absorben en el tubo digestivo y se distribuyen vía sanguínea a los órganos. Una vez cumplimentado el efecto, deben eliminarse; para ello, pasan primero por el hígado que los metaboliza.
Si se bebe alcohol mientras se está tomando medicamentos se generan conflictos para el hígado. Las enzimas del metabolismo deben repartirse su tarea entre dos o más sustancias volviéndose menos eficientes.
Menos eficiente significa que el fármaco se metaboliza más lento, aumentando su tiempo de permanencia activa en la sangre y su efecto. Este lento metabolismo aparece en las ingestas agudas de alcohol, o sea, en la bebida que se toma en una fiesta, por ejemplo.
Otro caso es el del alcoholismo crónico. Allí, el efecto es paradójico porque el daño que viene sufriendo el hígado ha alterado el metabolismo de una forma inversa. Los fármacos ingeridos por la persona con adicción al alcohol no aumentan su efecto, sino que tienden a disminuirlo.
Factores de riesgo
No en todas las personas es igual la reacción de combinar alcohol y fármacos. Hay otros factores que influyen y que pueden determinar un mayor o menor efecto. Entre ellos están:
- Sexo femenino: las mujeres, en general, poseen un metabolismo más lento del alcohol. Las mujeres suelen tener menor porcentaje de agua corporal que los varones y menos cantidad de la enzima hepática que metaboliza el alcohol. Por ende, las mujeres son más propensas a efectos adversos de la combinación entre fármacos y alcohol.
- Herencia: la genética juega su papel también en estos casos. Hay grupos familiares que son más propensos a los efectos adversos de los medicamentos por herencia.
- Polimedicación: beber alcohol si estoy tomando medicamentos encierra un peligro mayor cuando los fármacos que ingiero son varios al mismo tiempo. Las reacciones cruzadas entre ellos y con el alcohol incrementan las oportunidades de provocar efectos adversos.
Efectos de beber alcohol si se está tomando medicamentos
Algunos ejemplos concretos de lo que puede pasar al beber alcohol si se está tomando medicamentos. La medicina ha identificado efectos adversos que son propios de esta combinación.
Las benzodiacepinas, como el diazepam o el alprazolam, presentan un gran riesgo. El alcohol potencia su efecto depresor sobre el sistema nervioso central, aumentando la somnolencia y la falta de atención. La combinación puede causar accidentes de tráfico, por ejemplo.
Entre los analgésicos comunes, la complicación más común es de tipo digestivo. El paracetamol con el alcohol se hace más tóxico para el hígado que ingerido solo. Y el ibuprofeno, en el mismo sentido, se vuelve más agresivo con el estómago.
En cuanto a los antibióticos, hay algunos mitos que no tienen sustento científico. Se sabe que unos pocos antibióticos realmente interaccionan en forma peligrosa con el alcohol, como el metronidazol y la isoniacida. El resto no reporta efectos adversos de suma gravedad, en principio.
Qué hacer ante una fiesta
Entonces, otra vez se cae en la pregunta de rigor: ¿se puede beber alcohol si se está tomando medicamentos? En definitiva, esa es la duda cuando se recuerda que hay una fiesta o un evento y una persona está medicada. La respuesta es complicada porque no se trata de poder o no poder, sino de lo que se debería hacer. Y más específicamente, de lo que está recomendado evitar o no evitar.
Al tomar unas copas de alcohol, su permanencia en la sangre rondará las seis horas. Durante ese tiempo, el metabolismo hepático repartirá energías entre los medicamentos y el alcohol. En ese momento, el fármaco puede manifestar efectos adversos.
Pero el metabolismo enlentecido dependerá también de la cantidad de alcohol ingerida. En general, una copa de vino o un vaso de cerveza no deberían ocasionar grandes problemas. Aunque falta determinar el otro factor interviniente que es el medicamento.
Una persona medicada con anticoagulantes o con anticonvulsivantes no debería arriesgarse ni siquiera a una copa. Son fármacos que no pueden suspenderse momentáneamente para asistir a una fiesta, ni tampoco es recomendable arriesgarse a que el cuerpo los metabolice más lentamente.
Así que lo ideal sería posponer el beber alcohol si estoy tomando medicamentos. En el caso de fármacos de uso crónico, se debe consultar al médico de cabecera para determinar hasta cuánto es aceptable, para no alterar los efectos beneficiosos. Y, sea como fuere, no debería haber conducción ni trabajos de riesgo después de la ingesta.
Fuente: Mejor con Salud